Director de Programación de Canal 13: "La fidelidad televisiva ya no existe"

El ejecutivo habla de su carrera, de los desafíos de volver a hacer programas con identidad y de las decisiones que ha tomado tras dos meses en el cargo.




Alexis Zamora (39) cuenta que a las dos semanas de su llegada a Canal 13, en 1998, fue despedido. Fue cuando entró a trabajar de cuarto asistente de dirección a Viva el Lunes y, después de una descoordinación en el horario de una reunión, el director Gonzalo Bertrán lo echó. "Después supe que él comúnmente despedía a la gente, no era en serio. Me llamó para que volviera y yo sentí que desde ahí tuvimos una relación más cercana. No me llegaban muchos retos. Me había curtido", cuenta, con una sonrisa.

Zamora ha recorrido un largo camino, que incluye haber llegado de practicante y haberse convertido en director y productor ejecutivo. Cuando el grupo Luksic se hizo cargo de la estación, Zamora fue llamado por el productor Rodrigo García para que entre ambos lideraran el área de entretención. En 2011, García murió abruptamente: estresado y deprimido, se suicidó.

El equipo quedó, bajo esas difíciles circunstancias, a cargo de Zamora. "Es el momento más difícil de mi vida", cuenta el ejecutivo. "Perder un amigo de 15 años. Y perderlo, de la manera que se fue, fue muy duro. Venían hartos proyectos. Me reuní con el equipo y dije que no perdiéramos la oportunidad y que saliéramos adelante. Y se logró. Nos convertimos en un equipo de entretención de importancia en la tele". A fines de abril, el recién elegido director ejecutivo Luis Hernán Browne (ex director comercial del 13), le ofreció ser el encargado de la programación. La plana ejecutiva de la señal llevaba unos buenos meses de sobresaltos: Esa labor la desempeñaba hasta el año pasado Patricio Hernández, quien emigró a Mega. Luego de varios cambios, David Belmar quedó en el puesto, bajo el mandato de Rodrigo Terré. Belmar renunció en febrero, y tras la salida de Terré -quien volvió al directorio- Browne trajo a Zamora.

Cuando Luis Hernán Browne le ofrece el puesto, usted al principio habría dicho que no...

Hay cosas que no se cuentan. Se me hizo la invitación y la tomé. Luis Hernán me lo planteó como el mismo tipo de desafío de su propio camino en el canal; tiene que ver con que es fácil quedarse en el lugar donde uno se siente cómodo. Las ganas que yo le vi me hicieron decidir también que a mis 39 años: por qué no. Por qué no ayudar al canal, que yo lo siento mi casa.

Ese mes el canal salió cuarto en rating. ¿Es eso su primera tarea?

El rating es bien particular, porque este mes estamos primeros. El desafío no es cambiar el rating, es tener un liderazgo sólido, que no pasa solamente por ser número uno. Siento que para mí el desafío es tener programas de calidad. Tomo el caso de Yo amo los 90, el estreno del martes pasado: Me mostraron dos capítulos y me dicen que va al final del año. Lo vi y dije: ¡Esto es Canal 13! Y esto tiene que estar en pantalla ahora.

Pero ese era un programa, liderado por Patricio Hernández, que estuvo dos años guardado.

Pero el mismo Patricio tampoco lo tiró al aire. Yo siento que lo que se hace en Canal 13 hoy es muy particular. Yo me acuerdo que veía Mundo 86 y después, daban Los Magníficos. No me lo perdía. A mí me encantaría que la gente sienta eso con Canal 13: Yo veo este producto aquí y no lo voy a ver en otro lado. Los 90, En mi propia trampa, se viene la teleserie Chipe libre. Mira, ¿tú tiendes a ir nuevamente a un buen restaurante?

Sí, lo premio con mi fidelidad.

Hoy el público es infiel.

¿No cree que es porque hay una desconexión entre canales y audiencia chilena?

Es que la segmentación hoy es brutal. Por eso el cable hoy tiene más sintonía, porque la gente se está haciendo su propia programación. Yo creo que pasa lo mismo con la televisión abierta: ve esta teleserie en este canal, este programa en el otro canal. El desafío es que tú tengas buena programación en todos los horarios, pero la fidelidad televisiva ya no existe. Es brutal. El liderazgo pasa por innovar. Muchas veces siento que empatamos todos los canales, no existe mucha variedad.

Ya ha tomado decisiones como sacar, tras nueve años, a Alfombra Roja del aire de raíz.

Hay muchos ciclos en televisión y yo sentía que ese programa había cumplido uno, pero no concuerdo con que la decisión fue radical. La mayoría de la gente sigue trabajando en el canal. Había que meterlo al garaje, repintarlo, repensarlo. La decisión fue guardarlo en el mundial, pero puede volver en algún momento.

Y está Príncipes de barrio, una ficción que se estrenaría para el mundial y según dijo el actor Daniel Muñoz, se congeló.

No, no se congeló. Príncipes de barrio y el área de ficción hacen un excelente trabajo. Sentí que en este período del mundial había que apostar por algunas cosas y preferí, básicamente, que vaya en otro momento. Hay que saber apostar las fichas.

Ha sido llamativo que los rostros estén criticando tan libremente las decisiones del canal.

No tomé personalmente. Llevo dos meses, no sé si se referían a mí.

Pero hay un clima enrarecido

Hay que hacer sentir que esto sin todos no va a funcionar. Respeto sus comentarios, pero uno no trabaja por lo que dicen los demás, sino se vuelve loco. Tiene que haber una convicción de parte de los rostros, equipos, gente técnica, que somos uno. Y quién más que yo te lo puede decir, que crecí aquí.

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