Directora del área dramática de Mega: "No va a ser un escenario fácil si estamos los cuatro canales con teleseries"
La ejecutiva está pronta a estrenar Pituca sin lucas, su primera producción en el canal de Bethia.
"Un estreno siempre es nervioso", dice María Eugenia Rencoret, mientras toma un café en las instalaciones de la nueva área dramática de Mega. Es el edificio de la calle Manquehue donde antes funcionaba La Red, y cuyo primer piso domina ahora ella, al mando de la nueva sección en la señal de Bethia. "Uno al final quiere como que pase luego, que salga al aire y veremos qué pasa ahí. Si nos va bien, qué rico. Si nos va mal, démosle a la siguiente", dice ella.
Rencoret repite una y otra vez que el pronto estreno de la teleserie Pituca sin lucas, su nueva teleserie, la tiene igual de nerviosa que todos los anteriores. Que hay que ser cautos. El discurso de bajar expectativas, es porque tiene todos los ojos de la industria puestos en ella: será la primera teleserie de la nueva era del canal, la que abra el camino para -en un tiempo más- hacer producciones vespertinas, nocturnas y de la hora de almuerzo, además de series. Luego de una bullada salida de TVN tras 25 años -la que la tuvo enfrentada con los directivos de entonces del canal estatal-, y un aterrizaje en Mega de la mano del director ejecutivo Patricio Hernández, Rencoret, nombre insigne tras teleseries exitosas como ¿Dónde está Elisa? o Amores de Mercado, armó un equipo de casi 100 personas para comenzar la nueva tarea, con una grúa televisiva que agitó a toda la industria.
Pituca sin lucas: los detalles de la nueva teleserie de Mega para las 20 horas
Movimientos marcados, además, por el éxito arrasador que está teniendo Mega con la producción turca Las mil y una noches, que tiene al canal en el primer lugar del rating anual. Aprovechando ese buen momento, Pituca sin lucas aterrizará en pantalla. "El Pato Hernández nos avisó que nos preparáramos para un estreno pronto, así que bueno, ahí estamos haciendo las tareas (se ríe). Esto es pedirle a la audiencia que te dé la oportunidad para mostrar que Mega está haciendo teleseries nacionales, que van a ser un pilar fundamental para el canal de aquí en adelante. Esto es la primera piedra. Estamos ansiosos de ver si la gente nos da una oportunidad".
¿Qué ha sido lo más difícil en el cambio de la marca Mega?
Lo más difícil es partir de cero, entrar a un canal donde no hay hábito de ver teleseries. Obviamente que es un trabajo de largo aliento. Ojalá que la gente nos quiera ver, darse cuenta que estamos haciendo teleseries de calidad, pero para generar ese hábito hay que romper costumbres.
¿Cree que hay espacio para cuatro áreas dramáticas, con Canal 13, TVN, Chilevisión y Mega planeando estrenar vespertinas simultáneas?
Es más difícil, pero el hecho de que cuatro canales estén interesados en la ficción, te habla de lo relevante que es esa área dentro de la televisión local. Y va a ser duro, no va a ser un escenario fácil si estamos los cuatro canales con teleseries al mismo horario. Hay que esforzarse y ser más creativos y más originales, más trabajadores.
¿Hay expectativas de rating?
No digo que no sea importante, por supuesto que lo es, pero en el escenario en que estamos, cualquier punto más de sintonía del que ya hay, va a ser una ganancia. Lo que queremos es que nos den la oportunidad, que nos vean, que nos miren.
¿Por qué partir por Pituca sin lucas?
Esta teleserie te habla principalmente de las segundas oportunidades. De cuando lo has tenido todo en la vida, pasas a tener nada y tener que reinventarte. Habla de la mujer que necesita sacar adelante a su familia. Una mujer (Paola Volpato) que nunca trabajó y de la noche a la mañana no tiene nada, se tiene que cambiar de barrio, tiene que cambiar a sus hijos de un colegio particular a un liceo. Tiene que renacer.
Una parte de la historia sucede en el terminal pesquero. ¿Por qué es importante para usted incluir escenarios del mundo popular?
Hay cosas que uno sabe que pueden resultar más cercanas. También, buscas el reflejo de lo que pasa en la sociedad. ¿Por qué el terminal pesquero? Porque creo que se identifica mucho ahí el chileno de esfuerzo, alegre, bueno para la talla. Un lugar con colores.
Pensando en las teleseries nocturnas, ¿por qué cree que en Chile funcionó tan bien Las mil y una noches?
Para mí esto es tan impresionante como para el público (se ríe). Es un acierto... o un accidente como dice el Pato Hernández (se ríe). La verdad es que nadie se imaginó este nivel de sintonía. Hay varios factores: esta es una serie, no una teleserie. Si haces 14 capítulos al año, en cinco años, pasan más cosas. Además, está la vuelta a lo valórico. Hay mucho que tiene que ver con la amistad, con el amor puro, con no traicionar, y yo creo que ese tipo de cosas llamaron la atención. Además hay una súper producción. Y está el boca a boca.
¿Y qué opina de que las otras teleseries nacionales no fueron capaces de pelearle en audiencia?
Prefiero no opinar mucho de eso, porque yo sé lo que cuesta hacer una teleserie. Esto también es bien cíclico. Nadie tiene la varita mágica para pegarle el palo al gato, es bien difícil. Por lo tanto que a un canal le vaya mal con una teleserie es fregado. Es duro para todos los que trabajan ahí, y en TVN hay mucha gente que quiero.
Con el revuelo que causó su partida de TVN, tiene ahora mucho que probar. ¿Siente esa responsabilidad?
A mi trabajo siempre lo he tomado con la misma seriedad. No me cambia el escenario si estoy aquí y allá. Son los mismos nervios que tenía allá cuando salía una teleserie, a pesar de que eran seis al año. Tampoco percibo esa mala onda (de la industria). No me la tomo en serio.
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