Directora del FMI defiende el ajuste fiscal para reducir la pobreza en Brasil

Christine Lagarde asegura que el país enfrenta "una coyuntura difícil" y crecería un 1% el próximo año.




En medio del Complexo do Alemao,  una de las favelas más peligrosas de Rio de Janeiro donde más de 10.000 personas viven en la miseria, la jefa del FMI, Christine Lagarde, aseguró que  el ajuste fiscal que lleva a cabo el gobierno brasileño es vital para seguir  reduciendo la pobreza.

Con un crecimiento económico estancado -según el FMI se contraerá un 1%  este año- y una inflación elevada, Brasil intenta ordenar sus cuentas públicas  con un ajuste que logre un ambicioso superávit fiscal de 1,2% del PIB.

Lagarde viajó unos 10 minutos en el teleférico inaugurado en estas  comunidades pobres en 2011, atravesando las favelas de Adeus y Bahiana para  llegar a Alemao. En la estación conversó brevemente con 10 mujeres  microemprendedoras que viven en diferentes favelas de Rio y que con ayuda del  gobierno hoy integran la economía formal.

"La disciplina fiscal es la base necesaria para financiar programas como  éste, van juntas, van de la mano. Las personas que más sufren por la  indisciplina fiscal son en general los pobres", dijo Lagarde a periodistas en  esa estación del teleférico de este complejo de 15 favelas con más de 60.000  habitantes, donde la población es rehén de tiroteos periódicos entre  narcotraficantes y policías.

Según el FMI, Brasil enfrenta "una coyuntura difícil" y crecería apenas un  1% el año próximo, 2% a partir de 2017 y apenas 2,5% recién en 2020.

Por eso recomendó recientemente al país "fortalecer la credibilidad de la  política económica y la confianza del mercado" e impulsar inversiones y  competitividad para sentar las bases de un crecimiento "fuerte, balanceado y  sostenible".

Una de las pequeñas empresarias que conversó con Lagarde fue Rosana  Damasceno, de 47 años, que hace 18 años es dueña de un bar en el Morro da  Providencia, en el centro de Rio. Antes manejaba su comercio en la  informalidad, pero en 2009 con ayuda del gobierno se convirtió en  "microemprendedora individual", lo que le permite tener acceso a créditos y a  proveedores a mejores precios.

La directora gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI) también  presenció en la estación del teleférico una demostración de capoeira, el arte  marcial y danza afrobrasileña, y visitó muy brevemente un centro de asistencia  social donde los habitantes pueden inscribirse en el programa gubernamental  Bolsa Familia, que ofrece dinero a las familias muy pobres con hijos siempre y  cuando los vacunen y los envíen a la escuela.

"Programas excepcionales"

El Bolsa Familia y los demás programas de lucha contra la miseria han dado  resultados y "son absolutamente excepcionales", dijo Lagarde.

"El hecho de que Brasil gaste un 0,5% de su PIB en la lucha contra la  pobreza, en su Bolsa Familia, es destacable", estimó.

Más de 40 millones de personas han salido de la pobreza en la última década  gracias a los programas sociales del gobierno, según datos oficiales.

Lagarde se reunirá este jueves de tarde con el ministro de Hacienda,  Joaquim Levy, y luego con la presidenta Dilma Rousseff en Brasilia.

El viernes participará en un seminario del Banco Central de Brasil en Rio  de Janeiro y ofrecerá una conferencia de prensa.

Lagarde insistió en visitar Alemao a pesar de la violencia, pero el paseo  fue sumamente breve y no caminó por las calles.

El último tiroteo en la zona tuvo lugar en la víspera. Cuando hay disparos,  el servicio de teleférico es interrumpido.

"La violencia sigue igual. Hay mucha gente inocente muriendo" a raíz de las  balas perdidas y los enfrentamientos armados, a pesar de la "pacificación" de  Alemao en 2011, cuando la policía ocupó el territorio antes dominado por  narcotraficantes, dijo a la AFP Madalena Alves de Assis, una madre soltera  desempleada de 30 años, que hacía fila en el centro social visitado por  Lagarde. De Assis sobrevive con los 83 dólares mensuales que el gobierno le  paga por sus tres hijos.

Un total de 2.840 familias viven en extrema pobreza en el Complexo do  Alemao, con ingresos de hasta 77 reales por persona, según cifras del gobierno.

En ese complejo, 3.707 familias son beneficiarias del programa Bolsa  Familia iniciado por el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y  continuado por Rousseff en 2011.

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