Documentos revelan que Kissinger consideró invadir y "aplastar" Cuba en 1976

El ex secretario de Estado estadounidense llegó a ordenar la elaboración de planes de emergencia para invadir Cuba, según informes publicados por el Archivo Nacional de Seguridad.




El ex secretario de Estado estadounidense Henry Kissinger consideró seriamente la posibilidad de invadir militarmente y "aplastar" Cuba en 1976, por la decisión de La Habana de enviar tropas a Angola, según documentos reservados divulgados este miércoles.

De acuerdo con los informes publicados por el Archivo Nacional de Seguridad, Kissinger llegó a ordenar la elaboración de planes de emergencia  para invadir Cuba y alertar a jefes militares estadounidenses que no habría lugar a "medias medidas".

El Archivo divulgó nueve documentos hasta ahora secretos, que en total  suman 116 páginas y muestran la airada reacción de Kissinger a la decisión de  Cuba de enviar tropas a Angola a fines de 1975.

En la visión de Kissinger, la decisión cubana tenía un enorme impacto en  las relaciones de Estados Unidos y Rusia en especial en lo referente al  continente africano, en las vísperas de las elecciones presidenciales de 1976. 

Uno de los documentos reproduce una conversación mantenida por Kissinger  con el entonces presidente Gerald Ford en el Salón Oval de la Casa Blanca el 25  de febrero de 1976.

"Creo que tendremos que aplastar a Castro", le dijo Kissinger a Ford en  relación a líder cubano Fidel Castro, para añadir: "Pero probablemente no podremos hacerlo antes de las elecciones".

Semanas más tarde, el 15 de marzo de 1976, en el mismo Salón Oval,  Kissinger dijo a Ford y otros interlocutores que "más temprano o más tarde  tendremos que quebrar a los cubanos. Pienso que tenemos que humillarlos". 

El temor de Kissinger era que las tropas cubanas pasen a actuar en otros  países, además de Angola, que en ese momento se encontraba bajo ataque de  Sudáfrica.

El conjunto de documentos también muestra que en enero de 1975, dos  enviados de Kissinger se reunieron con dos emisarios cubanos en un restaurante  del aeropuerto La Guardia, en Nueva York, para explorar la posibilidad de una  apertura de las relaciones.

Aunque el diálogo fue "extremadamente amigable", los cubanos dejaron claro  que sin el fin o al menos el relajamiento del bloqueo no había posibilidad de  avanzar en un entendimiento.

En la visión de Kissinger, de esa forma Cuba no solo desperdició una  oportunidad de iniciar una reaproximación con Estados Unidos sino que más tarde  ese año envió tropas a Angola.

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