Dos miradas frente a Marwan Barghouti

Esta semana coincidieron en Chile algunas personas clave en la vida de este dirigente palestino que lleva 13 años en la cárcel. Israel sostiene que se trata de un "terrorista" acusado de matar a 5 personas.




Lleva 13 años en una cárcel israelí, pero cada vez que a los palestinos les preguntan por quién les gustaría que los lidere en el futuro, aparece su nombre en los primeros puestos. Marwan Barghouti concita el respaldo de la mayoría de las facciones palestinas, al punto que para algunos se trata de una suerte de Nelson Mandela. En contraste, para Israel se trata de un terrorista, a quien arrestó en abril de 2002, acusado de provocar la muerte de "cientos de israelíes". Dos años después, el mismo día en que cumplió 45 años, Barghouti fue condenado a cinco cadenas perpetuas como responsable y autor intelectual del asesinato de cuatro israelíes y de un monje ortodoxo griego.

Esta semana, coincidieron en Chile dos personas clave en la vida de Barghouti: su esposa Fadwa y su primo y amigo, el político Mustafá Barghouti. Ambos estuvieron en Santiago en diferentes eventos: Fadwa en una serie de encuentros con legisladores chilenos y Mustafá en el Seminario por la Paz entre Palestina e Israel.

"Hace pocos días Marwan salió de su celda de aislamiento. Estuvo aislado porque sacó una declaración con ocasión del aniversario 10 de la muerte de Yasser Arafat", cuenta Fadwa a La Tercera.

En su última declaración, Barghouti, quien es congresista por Al Fatah -el partido del Presidente palestino Mahmoud Abbas- llamó a la resistencia armada, como una suerte de tercera Intifada. Eso sí, según su esposa, Barghouti sostiene que por el "momentum" que vive Medio Oriente, esta es la "última oportunidad para lograr la solución de dos Estados". De lo contrario, la situación será cada vez peor con un alza imparable del espiral de violencia.

Fadwa Barghouti no pudo visitar a su esposo en los primeros cuatro años de reclusión, pero ahora se le permite verlo cada dos semanas, en una cárcel de alta seguridad cerca de Tel Aviv. Sus hijos solo pueden visitarlo cada dos meses, mientras que su abogado se reúne con él todas las semanas y aprovecha de hacerle un resumen de prensa. "Israel no quiere que la voz de Marwan llegue a la calle, porque sabe que el pueblo palestino lo respeta", dice su mujer.

Durante todo el proceso judicial, Marwan Barghouti se declaró inocente. Pero Israel lo imputó además como culpable de intento de asesinato por su participación en un atentado frustrado contra un centro comercial de Jerusalén y de pertenecer a la organización radical Brigadas de los Mártires de Al Aksa, fundada poco después de la segunda Intifada, iniciada en septiembre de 2000.

Barghouti además fue líder de la primera intifada (1987), lo que le valió su expulsión a Jordania. Este conocido dirigente fue detenido por primera vez por los israelíes en 1978, tras lo cual pasó cinco años en la cárcel. Es profesor de Literatura árabe, habla inglés, francés y hebreo y tiene un master en Relaciones Internacionales. Fue reelecto como parlamentario y miembro del Comité Central de Al Fatah estando en prisión. Pese a los llamados de Abbas para que se ponga en libertad a Barghouti, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho que no dejará libres a terroristas "si no hay un claro beneficio para el país".

Además, la Knesset nunca ha aprobado una medida en ese sentido, por la oposición de ministros como Silvan Shalom, de Energía y ex titular de RR.EE. "Está fuera de duda de que liberaremos a un asesino, con sangre en sus manos y que fue sentenciado por una corte", señaló.

Durante años, Barghouti ha sido comparado con Mandela por medios como The Guardian. Fadwa está de acuerdo: "Marwan siempre ha sido fiel al pueblo palestino y siempre ha luchado por los intereses y aspiraciones de pueblo. Es un líder querido. El ha cumplido con su deber, tal como Mandela lo hizo con su pueblo".

Mustafá Barghouti, quien salió segundo en las elecciones presidenciales de 2005 con un 19% también coincide: "Nosotros los palestinos vivimos en un apartheid". En cuanto a la posibilidad de una nueva candidatura presidencial, este dirigente -que propone una alternativa a Al Fatah y Hamas, mediante una rebelión popular pacífica- sostiene que sí, "siempre que el pueblo así lo desee".

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