Educación en el Reino Unido: Londres aprueba con un siete

Las escuelas públicas en zonas marginales, donde el inglés es sólo el segundo idioma de los alumnos y donde una mayoría de ellos pertenece a minorías étnicas, han logrado convertir el sistema educativo de la capital en el más exitoso de todo el país.




Londres se ha convertido en una superpotencia educativa. La última prueba para sustentar esta afirmación llega de las estadísticas que rastrean el progreso de los alumnos después de haber terminado la escuela. Los datos anulan la creencia tradicional de que los alumnos más pobres están condenados a tener menos éxito en la vida. Entre aquellos que toman los exámenes finales de bachillerato, el 63% de los alumnos, cuyo nivel de pobreza les da derecho a recibir comida gratis en el colegio, ingresa a educación superior. Es una cifra más alta que la correspondiente a los alumnos más adinerados en el resto de Reino Unido. En palabras más simples: adolescentes desfavorecidos de Londres están adelantando a los jóvenes más privilegiados de fuera de la capital.

El Instituto para Estudios Fiscales y la Fundación Educativa CfBT publicaron dos informes que intentan resolver el rompecabezas de ese éxito. Ambos calificaban el progreso de la capital como de "relevancia internacional". "Entender qué pasó en Londres le puede dar pistas a cualquier ciudad en el mundo para hacer reformas educacionales", le dijo a BBC Anna Riggall, la jefa de investigación de la Fundación Educativa CfBT.

La investigación concluyó que hay siete estrategias (o lecciones, como las llama el informe) que pueden beneficiar a cualquier sistema escolar y, para BBC, Riggall destacó las siguientes tres:

Lección 1: mantener un impulso sostenido y consistente de política para el cambio. Los colegios de Londres se beneficiaron de un nivel altamente inusual de apoyo a largo plazo y de todos los partidos políticos en el gobierno.

Lección 2: usar la información sobre rendimiento sistemáticamente. La recolección de datos y los análisis comparativos de rendimiento en todos los niveles del sistema educativo de Londres le dieron impulso al plan para mejorar los colegios de la capital.

Lección 3: transformar el desempeño de escuelas malas con actividades de mejoramiento diseñadas por el sector. Fueron los profesores y los directores de las escuelas los que lideraron el cambio, no sólo en sus escuelas, sino en todo el sistema educacional en Londres.

A eso agregan ingredientes como mejorar el uso de datos para rastrear el desempeño de los alumnos; intervenir rápidamente para abordar la falta de rendimiento; contar con el respaldo de los gobiernos locales; el programa Desafío Londres, que apoya a las escuelas, y Teach First, un plan que recluta a profesionales de alto nivel en escuelas de bajo rendimiento, además de estrategias donde se agregan más horas de lectura y matemática en todo el sistema.

Londres, a diferencia de cualquier otro lugar del país, es una economía de profesionales. Según la Oficina Nacional de Estadísticas, el 60% de la población de la ciudad en edad de trabajar tiene una licenciatura. Así sean barrenderos o camareros, muchos son licenciados. Y esto se traduce en que un número desproporcionado de niños en las escuelas de Londres tiene padres licenciados, incluso si no son particularmente prósperos. Seguramente, eso tiene un impacto positivo en el apoyo que se les da a los niños en casa.

En términos de la diversidad de la población, es la ciudad más global que uno pueda imaginar. Más del 80% de los niños en escuelas de zonas marginales de Londres proceden de minorías étnicas, y para más de la mitad el inglés no es el idioma materno.

Todavía no está claro en qué medida esta población móvil, ambiciosa y multicultural encaja en cualquier otro modelo de lo que tradicionalmente se conoce como clase.

Una alta fuente de educación dice que la combinación más dinámica se da cuando hay un grupo migrante que es materialmente pobre, pero que le da una alta importancia a la educación. Para esas familias, extraer lo mejor de la educación es el pasaporte de sus hijos para una vida mejor.

Hoy es la clase trabajadora blanca, que ahora es una minoría en el centro de Londres, la que se ha convertido en la marginada del sistema educativo.

Las escuelas de Londres también sirven a una población muy bien informada: nadie está más allá de unos clics en su teléfono celular para poder hacer múltiples comparaciones entre escuelas. Los padres están tomando decisiones bien meditadas como consumidores. Por supuesto, esta información sobre las escuelas está disponible fuera de Londres y las familias de todo el país valoran sus mejores posibilidades. Pero lo que es diferente es la enorme variedad de opciones para los padres en la capital. Los buses son gratis para los estudiantes, otra diferencia práctica, que hace que muchas de las escuelas estén al alcance, sin importar su ubicación.

Eso hace que la expectativa suba. Las escuelas tienen el enorme desafío de obtener buenos resultados y las de Londres se han hecho muy hábiles para maximizar las calificaciones. En la primera década del siglo XXI, la proporción de alumnos de la capital británica que lograron buenas notas en sus exámenes finales subió del 45% al 81%. Es un salto masivo y -asumiendo que no es que los alumnos se hayan vuelto muy inteligentes de golpe- refleja cuánto han mejorado las escuelas.

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