EE.UU. analiza medidas contra el gobierno de Gadafi

<font face="tahoma, arial, helvetica, sans-serif"><span style="font-size: 12px;">Barack Obama calificó de indignante e inaceptable el "derramamiento de sangre" en Libia y afirmó que estudia una "amplia gama de opciones" contra el régimen.</span></font>




El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, describió la violencia utilizada por las autoridades de Libia contra las protestas como "indignantes e inaceptables".

Obama afirmó que el mundo debe hablar con "una sola voz" y que su gobierno está estudiando una serie de opciones para hacer frente a la situación en consulta con sus aliados.

También agregó que el gobierno de Libia deberá rendir cuentas por sus acciones.

Sus comentarios se produjeron mientras el líder libio Muamar Gadafi lucha por mantener el control del oeste del país, incluyendo la capital, Trípoli.

Los opositores al régimen, apoyados por muchos efectivos de las fuerzas armadas que desertaron, ya consolidaron el control en el este del país.

Los residentes de Trípoli afirman que tienen miedo de salir a las calles debido a los temores de que las fuerzas que apoyan al gobierno les disparen.

Mientras tanto, miles de extranjeros todavía intentan abandonar Libia a través de sus puertos y aeropuertos así como cruzando la frontera con Túnez y Egipto.

Aún sigue siendo una tarea imposible el determinar el número de muertos desde que estallaron las revueltas el pasado 17 de febrero.

La organización Human Rights Watch asegura que ha confirmado 300 víctimas mortales, aunque la Federación Internacional para Derechos Humanos afirma que ya van 700 muertos.

UNA AMPLIA GAMA DE OPCIONES
En sus primeros comentarios públicos sobre la crisis libia, Obama no criticó directamente al coronel Gadafi pero si condenó enérgicamente el uso de la violencia por parte de sus seguidores para contrarrestar a los manifestantes que piden su salida del poder.

"El sufrimiento y el baño de sangre es indignante e inaceptable", aseveró desde la Casa Blanca.

"Lo mismo son las amenazas y órdenes de disparar a las manifestaciones pacíficas".

"Estas acciones violan normas internacionales y cualquier estándar de decencia. La violencia debe parar", agregó.

Obama dijo que ordenó a su equipo de gobierno preparar una "amplia gama de opciones" para afrontar esta crisis, incluidas medidas no especificadas que Estados Unidos podría implementar unilateralmente o junto a sus aliados.

"En una situación volátil como ésta es imperativo que las naciones del mundo hablen con una sola voz".

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, se prepara para viajar a Ginebra este lunes donde ministros de Relaciones Exteriores participarán en una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

En Bruselas, los embajadores de la Unión Europea indicaron que el bloque está listo para imponer medidas contra Libia si es necesario.

La corresponsal de la BBC en Washington, Kim Ghattas, informó que Obama lució determinado e indignado pero que ofreció poco para ayudar a poner fin a la violencia, más allá de enviar a Clinton a Europa.

Ghattas agrega que la imposición de sanciones y el congelamiento de bienes son una posibilidad, pero que no servirán de mucho para ayudar a frenar la violencia en el corto plazo.

Además, la solicitud de Obama a la comunidad internacional de hablar con una sola voz sugiere que hay divisiones sobre cómo lidiar con el coronel Gadafi.

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