EE.UU. y Cuba se alistan para encuentro histórico en Panamá

El Presidente de EE.UU. dijo que recibió de John Kerry la recomendación de sacar a Cuba de la lista de los países que promueven el terrorismo.




El día que Barack Obama y Raúl Castro anunciaron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, aparecía en el horizonte la VII Cumbre de las Américas de Panamá como la instancia para consolidar ese acercamiento y el inicio de una nueva era tras más de cinco décadas de enfrentamiento, con el apretón de manos de ambos presidentes. Era el 17 de diciembre.

Pero al día siguiente pudo comenzar a nublarse ese escenario, cuando Obama firmó y dejó listas para su aplicación unas sanciones contra siete funcionarios chavistas, con el justificación de que la situación en Venezuela era una "amenaza a la seguridad nacional" de Estados Unidos. La tormenta estalló el 9 de marzo, cuando el Presidente norteamericano aplicó esas medidas, una decisión que, influida por la detención del alcalde opositor de Caracas, Antonio Ledezma, el 19 de febrero, desató una serie de declaraciones adversas, volvió a tensionar los vínculos de Washington con la región e incluso pareció empañar la fiesta del reencuentro entre Cuba y EE.UU. que suponía iba a ser la cita en Ciudad de Panamá.

De cualquier forma el foro continental de hoy y mañana en Panamá será la primera a la que asistirá un gobernante cubano, que, desde 1994, cuando comenzaron esas cumbres en Miami, estuvo excluido por la férrea oposición de Estados Unidos. Así, ahora estarán presentes los 35 países de la región. De hecho la presencia cubana desató incidentes en Panamá entre partidarios y detractores del régimen castrista.

Estas citas regionales han estado patrocinadas por la Organización de Estados Americanos (OEA), ente del cual Cuba fue expulsada en 1962, aunque en 2009 esa decisión fue dejada sin efecto.

De hecho en la sexta cumbre, celebrada en Cartagena de Indias en 2012, la mayoría de los países latinoamericanos y del Caribe sostuvo que esa había sido "la última sin Cuba", lo cual se cumplirá ahora.  "Es muy simbólico, es historia. Va a ser el foco principal de la reunión", dijo a La Tercera Michael Shifter, presidente del think tank Dialogo Interamericano.

"Será una cumbre histórica, que va a encontrar un continente unido y buscándose a sí mismo", afirmó en su momento el Presidente de Panamá, Juan Carlos Varela. Sin duda, los mayores protagonistas serán Obama y Raúl Castro, quienes ya se saludaron en Sudáfrica durante el funeral de Nelson Mandela, en diciembre de 2013. Aunque el tercero que estará bajo los focos será Nicolás Maduro.

Con la intención de aplacar la tensión entre Washington y Caracas, y no perder el foco en el encuentro entre Castro y Obama, el martes dos altos funcionarios norteamericanos - el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, y el asesor principal de Obama para Latinoamérica, Ricardo Zúñiga-  fueron específicos en sostener que EE.UU. no consideraba a Venezuela como una amenaza a su seguridad. Y todo se reafirmó con la llegada a Caracas del alto consejero del Departamento de Estado, Thomas Shannon.

Se trata de un despliegue diplomático poco común en Estados Unidos. En la administración Obama "se dieron cuenta que la forma en la cual habían anunciado las sanciones, había creado una reacción muy fuerte, no sólo en América Latina con los países aliados, sino que dentro de Estados Unidos, dentro de la comunidad de expertos en política pública, entre los analistas, que la forma y el uso del lenguaje fue un error. Creo que están tratando de decir 'hicimos esto, fue un error y vamos a avanzar para tratar de quitar este tema de la agenda", dijo a La Tercera Cynthia Arnson, directora del programa sobre América Latina del Wilson Center en Washington.

De cualquier forma hasta ayer quedaba la duda sobre si las nubes habían sido despejadas. Aunque para algunos eso podría ser resuelto con el anuncio de que el gobierno de Estados Unidos retiró a Cuba de la lista de países que considera promueven el terrorismo. Precisamente Obama dijo ayer en Jamaica que ya recibió del secretario de Estado, John Kerry, la recomendación para que Cuba salga de esa lista pero aclaró que ayer no haría un anuncio al respecto. Cuba reclama su salida de esa lista -en la que aparece cada año desde 1982- pero no lo considera una "precondición" para retomar las relaciones bilaterales con EE.UU. y reabrir las embajadas, aunque los expertos coinciden en que sería un paso muy importante hacia la normalización diplomática.

Salir de la lista de países que promueven el terrorismo "ha sido una demanda clave de los cubanos, justamente para cambiar la conversación y no dejarle el espacio a Maduro y a sus aliados para dominar la discusión buscando una condena de Estados Unidos contra unos individuos de Venezuela".

En la cumbre "habrá un apretón de manos, una conversación y un intercambio (entre Castro y Obama), y se está especulando que van a anunciar que Cuba ya no está en la lista de países que promueven el terrorismo. Eso puede pasar. Lo que tendría más impacto sería el anuncio del restablecimiento de relaciones, con una fecha de cuándo va a haber embajadas", dijo Shifter.

De todas formas Maduro "va a intentar y hará algo" en la cumbre, agregó. "Va a aprovecharlo, pero dudo que tenga mucho éxito" porque la mayoría de los países "no va a cooperar con su estrategia de llamar la atención", destacó. Anoche, Maduro dijo que "coyunturalmente" pudiera abrirse una "nueva era histórica" en las relaciones de Venezuela, América Latina y Estados Unidos.

Para Arnson, el gobernante venezolano va a buscar protagonismo, pero, a diferencia de lo que ocurrió en la  cumbre de Mar del Plata en 2005, "en la cual Chávez se robó la película", ahora Venezuela "no es modelo para nadie, al contrario, es visto  como el mayor y más grave problema del hemisferio en términos de lo que podría significar una implosión económica o política".

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