EEUU confía en poder cerrar Guantánamo antes que Obama termine su mandato

El embajador especial de EEUU para el cierre de Guantánamo, Daniel Fried, se mostró hoy confiado de que el centro de detención será clausurado antes de que termine el mandato del presidente estadounidense, Barack Obama, en enero de 2013.

Fried, que no ha puesto fecha concreta al cierre de Guantánamo, agradeció, durante una rueda de prensa en Bruselas, el apoyo de la Unión Europea al plan para clausurar el centro, cuando se cumple la fecha límite que en un principio se había establecido para su cierre.

"Confiamos que el cierre llegará tarde o temprano, antes del fin del primer mandato de Obama", afirmó Fried, quien agregó que el gobierno de EEUU está a mitad de camino para el cierre definitivo del centro de detención.

Barack Obama, apenas tomó posesión del cargo en enero de 2009, se comprometió a cerrar Guantánamo en un año, aunque la gestión de todos los detenidos ha alargado ese plazo más de lo previsto.

España acogerá a dos presos de la cárcel estadounidense de Guantánamo, un yemení y un palestino, que llegarán al país en las próximas semanas y que se sumarán a los tres milicianos palestinos que ya acogió en 2002.

Durante los últimos ocho años, casi seiscientos detenidos han sido acogidos por terceros países, pero todavía restan en Guantánamo 192 presos.

Los reclusos que todavía siguen en Guantánamo se dividen en tres categorías: los que están preparados para ser transferidos a otro país; los que serán juzgados en Estados Unidos -la mayoría por un tribunal militar- y sobre los que no reza ninguna de las circunstancias anteriores.

Este último grupo, de menos de cincuenta hombres, no podría ser juzgado por falta de pruebas suficientes, pero tampoco podría repatriarse por su peligrosidad, según explicó en la rueda de prensa el director del grupo especial que revisa casos de Guantánamo, Matthew Olsen.

Los susceptibles de ser juzgados por un tribunal militar y los pertenecientes a esa última categoría serían los presos que el gobierno podría desplazar a un centro penitenciario en Illinois que la administración norteamericana ya ha reservado para ese fin.