EEUU, Londres y Turquía buscan nuevas vías de presión contra Assad tras suspensión de misión ONU
Junto con reiterar la salida del presidente sirio del poder, Washington dijo estar conversando con sus aliados internacionales para buscar "nuevos pasos hacia una transición política" en el país árabe.
Tras conocer la decisión de la ONU de suspender su misión de paz en Siria por la escalada de violencia, la Casa Blanca volvió a pedir que el Presidente Bashar Assad abandone el poder y calificó la situación de "crítica".
"En esta coyuntura crítica, estamos consultando con nuestros aliados internacionales sobre los próximos pasos hacia una transición política en Siria", dijo un alto funcionario en Washington.
Desde Londres, el titular de Relaciones Exteriores,William Hague, lamentó que haya que haber llegado al punto de suspender la misión de los observadores y culpó a Assad del incremento de la violencia.
Por su parte, Turquía pidió al Consejo de Seguridad que apruebe una nueva medida para impedir que la situación en Siria se degrade aún más.
Los cerca de 300 observadores presentes en Siria "dejarán de patrullar hasta nueva orden", dijo hoy el general Robert Mood, garantizando que la misión se reanudará en cuanto la situación lo permita.
El ministerio sirio de Relaciones Exteriores afirmó, a su vez, que "comprende" la decisión del jefe de los observadores de la ONU, pero rechazó la responsabilidad del gobierno en el aumento de la violencia.
"Los grupos terroristas armados han intensificado sus operaciones criminales, tomando como blanco sobre todo a los observadores de la ONU y amenazando sus vidas", indicó un comunicado del ministerio, publicado por la agencia de noticias oficial Sana.
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