El debate que generó el doble trasplante de Trinidad Gelfenstein

El médico a cargo de la operación señaló ayer que los órganos donados "no eran óptimos", mientras el ministro de Salud indicó que "hablar de órganos en óptima condición para trasplante es una utopía".




"Sabíamos que no era un donante óptimo, era un donante límite, pero se toman por la escasez de órganos que hay", esa frase de Cristián Baeza, médico de la Clínica Las Condes, tratante de Trinidad Gelfenstein, desató la polémica sobre la calidad de los órganos que recibió la joven de 17 años que era prioridad nacional para trasplante de corazón y pulmones.

El Ministerio de Salud no se hizo esperar para responder ante tal afirmación, y fue el mismo ministro de la cartera, Jaime Mañalich quien señaló que "hablar de órganos en óptima condición para trasplante es una utopía", y agregó que "la donante sufrió un accidente de tránsito, que sangra y que tiene lesiones".

Daniela González, la joven de 19 años que donó los órganos a Trinidad, falleció tras un accidente de tránsito y otros órganos suyos también fueron destinados a otros pacientes. El hecho de haber fallecido de una forma traumática, fue uno de los argumentos del médico tratante para señalar que no era un "donante óptimo".

Por su parte, el director de la Corporación del Trasplante, Luis Sepúlveda, dijo que son muchos los factores los que influyen en que fracase un órgano, entre ellos el estado del paciente receptor y el trato que se le dio a los órganos del donante.

"Yo creo que este tipo de discusión son formas de ver un mismo problema, la verdad es que ese donante tenía una enfermedad que lo llevó a la muerte, por lo tanto, eso es una agresión a los órganos, la muerte cerebral produce una segunda agresión a los órganos, también hay un tema de manejo del paciente donante, hay que manejarlo tan bien en forma intensiva como si fuera un paciente que está absolutamente vivo o que está con las posibilidades de sobrevivir, si uno se descuida un poquito con el paciente que está en muerte cerebral, ya los órganos se echan a perder", dijo el médico a Canal 24 Horas.

Sepúlveda agregó además que "también hay un tema de tiempo en que se toma el órgano hasta que se realiza el trasplante, el corazón no dura mas allá de 4 horas fuera del cuerpo y mientras aumenta el tiempo, la posibilidad de que fracase el trasplante es mayor".

Finalmente el director de la Corporación del Trasplante puntualizó que ante la gravedad de un paciente que necesita el órgano, el equipo tratante debe decidir si toma o no la opción del donante que aparece, y agregó que "el equipo tratante que estaba a cargo del paciente (Trinidad) es un equipo con experiencia en trasplantes, entonces no me cabe duda que las decisiones que se tomaron eran las mejores para el paciente".

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