El desconocido homenaje que recibió Nicolás Leoz en Santiago
En 2004, la Municipalidad de Ñuñoa lo condecoró con la medalla "visita ilustre". Hoy es uno de los implicados del escándalo que sacude al fútbol mundial.
Al mencionar a Nicolás Leoz como uno de los indagados por la justicia de Estados Unidos debido al escándalo que remece a la FIFA, la primera asociación que se le hace al dirigente paraguayo con Chile es la calle que tuvo en Coquimbo como homenaje durante tres años.
En efecto, la costanera de la ciudad "pirata" llevó el nombre del ex presidente de la Conmebol entre enero de 2010 y mayo de 2013, cuando al veterano regente del fútbol se lo asoció a un caso de corrupción ligado a la elección de las sedes mundialistas de Rusia y Qatar.
Sin embargo, años atrás, Leoz recibió otro homenaje. Fue en Santiago. Específicamente, en Ñuñoa. En noviembre de 2004, el municipio local le entregó la medalla de "Visita Ilustre" de la comuna.
"Es quizás la distinción que más anhelaba de Chile", dijo en aquella oportunidad el entonces presidente de la Conmebol. La medalla fue entregada por el alcalde subrogante Jorge Escárate, pues el titular Pedro Sabat se encontraba en España.
Junto con la medalla, se leyó un decreto alcaldicio que sustentaba el homenaje. "En los más de 20 años de su gestión, la Conmebol y sus dirigentes han sido reconocidos por el ordenamiento, la claridad y transparencia que siempre deben primar en el mundo de los deportes", dijo Escárate en el acto.
Leoz agradeció: "Me siento profundamente emocionado por este gesto del municipio, que no hace sino comprometerme en mis sentimientos. Es quizás la medalla que más anhelaba de Chile".
En todo caso, y durante su apogeo, Leoz ha recibido varios homenajes en Sudamérica. Siempre, con alguna polémica. Como en 2008, cuando se le otorgó la nacionalidad colombiana por gracia. "Me siento honrado por recibir tan alta distinción. Para mí es un día muy especial, de esos donde la emoción puede más que las palabras"", dijo tras ser condecorado por la vicepresidencia del país cafetero.
Ahora, el guaraní vive un escenario completamente diferente: es requerido por la justicia de Estados Unidos, país que ya envió a Paraguay la solicitud de extradición. Un negro futuro le espera al hombre que ya cuenta 86 años a cuestas.
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