El difícil peregrinar de Sierra como técnico de Colo Colo

Si bien fue campeón en su primer torneo con los albos, conflictos con referentes como Suazo y Barroso marcaron su derrotero mientras fue el DT.




En el balance global, se puede decir que José Luis Sierra entró a la historia de Colo Colo: fue campeón como jugador y como entrenador. Sin embargo, en esta última experiencia como técnico de los albos, la del "Coto" no fue del todo feliz, pese a conseguir en su primer torneo, el Apertura 2015.

Porque si bien bajo su mando el "Cacique" logró dar la vuelta olímpica número 31, los problemas en la cancha y fuera de ella fueron variados y duros.

El capítulo más complicado fue el encontrón con Humberto Suazo, después de haberlo reemplazado ante San Marcos de Arica en el Monumental, en octubre de 2015.

"Chupete" dejó ofuscado la cancha y, días más tarde, el delantero se negó a ir a una reunión citada con el "Coto". La suma de estos episodios terminó con el sanantonino despedido del club. Acto seguido, a finales de 2015, el hoy retirado goleador presentó una demanda contra Blanco y Negro por "despido injustificado", lo que siguió incomodando a Sierra pues el ahora ex DT debió concurrir ya en 2016 a los tribunales laborales a declarar en favor de la concesionaria.

En lo deportivo, Colo Colo alcanzó el Apertura 2015 gracias a una cuenta de ahorro conseguida en las primeras fechas, a la que se recurrió en las fechas finales cuando el rendimiento dejó de ser bueno.

UN COMPLEJO PRIMER SEMESTRE

El objetivo para la primera mitad de 2016 era el bicampeonato y llegar lo más lejos posible en la Copa Libertadores. Nada de eso se cumplió. En el torneo local, los albos tuvieron un buen arranque pero vieron como la ventaja en la tabla de posiciones comenzó a perderse, al punto que Universidad Católica terminó siendo el campeón.

Y en cuanto al certamen internacional, lo del "Cacique" fue derechamente un fracaso: En un grupo donde compartió con Atlético Mineiro (el más poderoso) y los modestos Melgar de Arequipa (el peor elenco de la presente Libertadores) e Independiente del Valle (que aunque sea la sorpresa por llegar a la semifinal, en la previa no representaba mayor riesgo), el equipo de Sierra se despidió tempranamente, pese a definir la última fecha ante los ecuatorianos en el Monumental (Se necesitaba ganar pero el partido terminó 0-0).

En paralelo, uno de los referentes del plantel, Julio Barroso, no tuvo piedad en criticarlo: "En el fútbol hay que tener realismo y esta es nuestra realidad. Lamentablemente, hay que ser sinceros. En esto, el diez por ciento es suerte, milagro o Dios, como cada uno quiera llamarlo, y el noventa por ciento es trabajo. En este tiempo ya exprimimos ese diez por ciento y cuando necesitamos lo otro no lo tuvimos. Esta es la realidad que nos ha pasado en Copa y en el torneo", dijo en abril de este año.

Barroso agregó esa vez: "Puedes tener un mal partido, mala suerte, pero no puedes salir a jugar los partidos a planificar. Nos ha demostrado Palestino que no teníamos una idea clara, sino que solo era resolver a lo que salía de cada uno en lo personal. Eso ha sucedido durante mucho tiempo (...). Cuando los resultados te sostienen uno puede tapar muchas cosas, cuando no están, ya es como una película o un libro, es una crónica de una muerte anunciada, y si no haces nada para cambiarlo, está claro que te llega. Ahora tenemos que remar con una situación adversa grande, difícil, a la que lamentablemente llegamos por responsabilidad de lo que no se hizo y de lo que no se planificó".

De esta forma, la renuncia de Sierra se explica en un primer momento por la situación de los extranjeros para el campeonato que se avecina, aunque también pesaron en el agobio estos duros momentos.

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