El libro que vuelve a golpear la imagen del rey de España

Es un libro explosivo por al menos cuatro factores. Porque se publicó 11 días después de la muerte del ex jefe de gobierno español, Adolfo Suárez (1976-1981); porque aborda la aún no del todo aclarada intentona golpista del 23 de febrero de 1981; porque echa un manto de sombras sobre el rey Juan Carlos I, y porque su autora escribió una biografía autorizada de la reina Sofía.

La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el rey prefiere no recordar, de la afamada periodista Pilar Urbano, vino a golpear con fuerza y a cuestionar la historia oficial de la transición española y en especial lo sucedido en 1981, donde hasta ahora el rey, pese a haber sido ungido por el dictador Francisco Franco como su sucesor, surgió como el gran defensor de la democracia naciente y se arropó con un prestigio que hasta ese momento le era esquivo.

Precisamente, el libro apunta a que Juan Carlos I participó en las conspiraciones previas que terminaron por debilitar y aislar a Suárez, lo que lo llevó a presentar su dimisión, pero también a generar una crisis política general que creó el ambiente propicio para que los militares volvieran a ocupar un rol activo en el gobierno del país un poco más de cinco años después de la muerte de Franco.

El impacto de La gran desmemoria, que ya era un éxito en la preventa y que había encendido la polémica días antes por una entrevista a Urbano en el diario El Mundo, donde destacó que "para Suárez estaba claro que el alma del 23-F era el rey", hizo que el Palacio real de La Zarzuela reaccionara el jueves, el mismo día del lanzamiento del libro, con un contundente desmentido. "Es pura ficción, imposible de creer", dijo un portavoz. Antes, ya lo habían hecho varios ex ministros de Adolfo Suárez y el primogénito del presidente del gobierno de la transición.

El libro de Urbano llega en un momento crítico para la corona española, que se encuentra averiada por el caso de corrupción en el que están imputados judicialmente el yerno del rey, Iñaki Urdangarin, y su hija, la infanta Cristina, y también por el incidente de 2012 de la caza de elefantes en Botswana, donde el rey se quebró una cadera, en momentos en que España enfrentaba la más severa crisis económica y social de las últimas décadas.

"No quiero contar cuentos, quiero devolver al pueblo español el derecho constitucional de obtener información veraz", dijo la periodista, de 74 años, en la presentación del libro. "Al que le duele la verdad es que ama la mentira", defendió sus más de 800 páginas, presumiendo de fuentes que vivieron en primera persona esos momentos históricos.

En su libro, Urbano sostiene que el rey dirigió un plan, denominado Operación Armada, en referencia al ya fallecido general Alfonso Armada, considerado y condenado por ser instigador del golpe de Estado de 1981. La periodista dijo el jueves que "la Operación Armada empieza el 5 de julio (de 1980) en La Zarzuela", cuando en un momento de fuerte deterioro político, económico y social de España, el rey apuesta por el general para sustituir a Suárez con un gobierno autoritario cívico-militar. Pero el plan concluyó el 11 de febrero de 1981, cuando el monarca eligió a Leopoldo Calvo Sotelo para ocupar la jefatura de gobierno. Sin embargo, Armada y el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero siguieron con la operación adelante y por eso el segundo irrumpió en el Congreso el día 23 y secuestró a los parlamentarios. El golpe fracasó en la madrugada siguiente, cuando el rey Juan Carlos, con la cara demacrada y vestido de capitán general, compareció por televisión y descalificó el alzamiento armado.

Durante toda esta semana a Urbano le han llovido las críticas, como la del presidente del gobierno socialista Felipe González (1982-1996). "¿Credibilidad? Sólo por ser ella, bajo cero, y por lo que he oído, además, miente mucho más que habla", declaró. El ex director de El País, Juan Luis Cebrián, publicó ayer en el periódico madrileño un artículo donde defiende sin dudas al rey y sostiene que Urbano "defiende tesis tan fantasiosas y creíbles como las revelaciones de los sabios de Sión".

El hijo mayor de Suárez pidió incluso que se retirara el libro antes de que saliera al mercado con una tirada inicial de 62.000 ejemplares. "El día que lo lea me lo va incluso a agradecer. Es un homenaje a su padre. Y si no le gusta, con un pan que se lo coma", le respondió Urbano. Respecto del rey, sostuvo que "hay muchos episodios en los que puede que quede mal, pero hay que reconocer su trabajo, por el que hoy tenemos una democracia".