El mejor extranjero: El fútbol de Luna llena

Jorge Luna fue escogido como el mejor futbolista foráneo del Apertura.




Uno de los jugadores que más he admirado en mi vida es Carlos El Pibe Valderrama. El mediocampista que más la tocaba y que menos la tenía. Todos se la daban y el siempre insistía en devolver de primera. Cuando girabas para ir a marcar al oxigenado colombiano, éste ya no la tenía y estaba buscando su siguiente espacio de recepción. Extraordinario. Hizo de la simpleza un arte. Mientras los astros del mundo nos demuestran que mientras más enganche mejor, otros no olvidan que la sencillez tiene su encanto.

Hay futbolistas que entienden esta filosofía. Distintos en su funcionamiento pero hermanados en el concepto. Este año hemos podido gozar del talento de Jorge Luna en Santiago Wanderers. Un volante muy técnico pero especialmente inteligente. Conoce e interpreta muy bien los momentos del partido.

Santiago Wanderers se dio cuenta, a mitad de temporada, que la zona de descenso estaba lejos y sin darse cuenta la cima estaba al alcance de la mano. No es lo mismo jugar para no descender, donde un empate a veces ayuda, a jugar por el campeonato donde el triunfo es obligatorio. Para esto es necesario tener ciertas características como jugador. Precisa futbolistas con capacidad de reinvención. Luna es uno de esos y lo demostró en ambos escenarios. Brilló en el barro y en la gloria.

Su equipo lo ocupa en dos instancias fundamentales. La primera y más evidente es en ataque, donde goza de una técnica en velocidad nada despreciable. Vista arriba y remate generoso. Astucia para entrar al área y frialdad para decidir.

Se escapa muy bien de su marca y siempre se las arregla para recibir solo. Posee una visión del campo que pocos tienen. Y aquí aparece el segundo aspecto. Es el mejor desahogador de su equipo. Cada vez que Marco Medel o Jorge Ormeño (de gran campaña ambos) le dan salida, ocupa su técnica para otorgar respiro a su línea defensiva. Los espera para mantener siempre un equipo corto, como le gusta a Emiliano Astorga.

Por si fuera poco encontró en Roberto Gutiérrez un receptor permanente y en Gastón Cellerino un arrastrador de marcas. Panorama ideal para un excelente volante que se quedó con gusto a poco y amenaza con más. El mejor futbolista extranjero del Apertura y el volante más votado, por delante del propio Valdés. Enhorabuena.

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