El Mundial de Brasil se pone de rodillas

Conseguida la clasificación al Mundial de Brasil, el pasado mes de octubre, Marcelo Díaz reconocía que los meses previos a la cita planetaria estarían llenos de ansiedad y nervios. "A veces uno quisiera no arriesgar tanto, limitar el esfuerzo en los clubes, no ir tan fuerte en los balones divididos, pero finalmente son ellos los que te pagan el sueldo y debes entregarte por completo. Aunque ello te termine dejando abajo del avión de la Copa", apuntaba el mediocampista de Basilea, quizás sin imaginar lo que vendría más adelante para un compañero.

Pues bien, a menos de 40 días de la inauguración de la Copa del Mundo, los temores de Díaz parecen hacerse realidad. La lista de ilustres que se perderán el Mundial va en aumento. Otros, como Arturo Vidal, están en compás de espera hasta saber finalmente el tiempo de recuperación. Donde sí hay coincidencia en la mayoría de estos casos es en que la rodilla parece ser el común denominador a la hora de explicar una potencial ausencia.

Por ello, lo que está sucediendo con el mediocampista de Juventus no sorprende en el mundo del fútbol. En los últimos cinco meses, pocas son las selecciones que se han podido mantener al margen de problemas físicos que amenazan a sus principales jugadores.

Desde el inglés Theo Walcott, el australiano Robbie Kruse, el holandés Kevin Strootman y el español Víctor Valdés -totalmente descartados para la cita planetaria-; pasando por el colombiano Radamel Falcao, el alemán Sami Khedira y el argentino Fernando Gago -quienes aún mantienen vivas sus esperanzas de participar-, todos están convalecientes de lesiones en la mayor articulación sinovial del cuerpo y, también, la más superficial. Paradójicamente, al igual que en el caso de Vidal, todos ellos se resintieron defendiendo a sus clubes, que a la postre son los que pagan sueldos millonarios por sus servicios.

"Habitualmente, los problemas de rodilla se producen por sobrecargas, tanto en los ligamentos como en los meniscos, que son finalmente los estabilizadores de esa zona", puntualiza Enrique Aguilera, médico especialista de la Universidad de Chile, quien establece que "puede haber daño en algún menisco, un ligamento, o en ambos. Habitualmente, en mecanismo de semifexión, valgo forzado (deformidad del muslo), y rotación externa de la tibia".

Como si se repitiera el mismo fantasma de Sudáfrica 2010, cuando problemas en la rodilla dejaron fuera de acción a figuras como el inglés Rio Ferdinand, el ghanés Michael Essien y el portugués José Bosingwa, ahora el Mundial de Brasil podría sufrir más perdidas, sobre todo porque todavía quedan más de cinco semanas para el inicio de la competición más importante. A esta altura, el tiempo de recuperación juega en contra.

"En este tipo de lesiones de rodilla, uno debe confiar en los médicos. No se puede pasar por arriba la opinión de un profesional. Ahora, en la víspera de un Mundial, uno intenta hacer todo lo que está al alcance para tener una recuperación rápida y sin inconvenientes", reconoce Claudio Maldonado, quien se quedó fuera de la Copa del Mundo precisamente por un problema de la articulación sinovial.

Habrá que esperar si las próximas semanas nos deparan nuevas lesiones. A punto de acabar todas las ligas, los seleccionados de todo el orbe cruzan los dedos para no caer en desgracia y así evitar que la lista se siga agrandando con el paso de los días. Lo que está claro es que el Mundial de Brasil, que ya viene arrastrando variados problemas de organización, no quiere quedar marcado como el torneo de los ilustres ausentes.