El nuevo rol de Tomás González en la gimnasia chilena
Su separación laboral del cubano Yoel Gutiérrez coincidió con su nuevo papel de líder deportivo. ¿Su meta? Una medalla olímpica.
Hace poco más de un año, la carrera de Tomás González dio un giro radical al terminar su relación profesional con el cubano Yoel Gutiérrez, con quien había obtenido los mejores resultados para la gimnasia nacional en Londres 2012.
El propio González explicó en ese momento que todo se debía a su intención de iniciar "un nuevo ciclo", que ha comenzado a entregar resultados.
La cara del presidente de la Federación de Gimnasia de Chile (Fedegichi), Jorge Castro, mostraba evidente felicidad: González acababa de consagrarse ganador en salto, empatado con el brasileño Sergio Sasaki (15.083 puntos). Fue su segunda medalla de oro en Santiago 2014. Había razones de sobra para sonreír. "Imagínate lo que significa para nosotros esta actuación de Tomás. Estamos muy contentos y esperanzados en lo que pueda pasar de aquí en adelante", asegura.
Durante los últimos 12 meses, Tomás González ha entrenado en solitario. Con el apoyo del Club Manquehue y el entrenador Antonio Espejo, trabajó arduamente para preparar sus rutinas Odesur y, en paralelo, "ha asumido un rol fundamental, con mucha madurez, para con el resto de los gimnastas chilenos. Tomás es el espejo de todos, el líder idóneo", agrega el dirigente.
Al respecto, Espejo afirma que "no ha sido fácil el trabajo durante el año que lo he acompañado, pero él es un chico talentoso y humilde, que tiene muy claros sus objetivos. Les ha demostrado a todos que puede seguir progresando. El sabe que puede llegar a lo más alto si sigue trabajando como hasta ahora".
Comienzo con dudas
Cuando recién terminaba su trabajo con Gutiérrez, Tomás González decía que todo lo que pasara en adelante, relacionado con el trabajo técnico, estaba en manos de la federación.
En un principio, el candidato número uno para suceder al caribeño como técnico del santiaguino era el español Alfredo Hueto. "Todo está medio estancado. Hay que analizar muchas cosas, pero hasta ahora estamos encantados con la labor de Antonio Espejo", admite Castro.
Pese a eso, desde su círculo más cercano aseguran que sólo ahora hay plena certeza de que Tomás, con su propia madurez, ha podido salir adelante, ya que, al comienzo, existían muchas dudas sobre el futuro sin un entrenador ciento por ciento dedicado a su trabajo.
"Tomás está asumiendo de muy buena forma su nuevo rol. Si llega un entrenador olímpico vendría a complementar el trabajo de los técnicos nacionales, que ha sido realmente espectacular", cuenta la máxima autoridad de la gimnasia chilena.
Al respecto, el propio deportista afirmó ayer que "lo que más me pone contento es que cumplí mis objetivos. De seguro esto será muy motivante para las nuevas generaciones que están trabajando muy fuerte para llegar lejos. Los más experimentados nos estamos esforzando mucho para que así sea".
Las copas del mundo y clasificatorias panamericanas aparecen en el horizonte del nacional. "Lo primero es mejorarme de mis dolencias en el hombro. Después de eso, tengo que seguir perfeccionando mis rutinas. Esto es así y no puedo parar. El objetivo final es una medalla olímpica".
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.