El piano olvidado de La Moneda

Estuvo durante años abandonado en un rincón del casino del palacio. Hoy, esta pieza francesa del siglo XIX se exhibe restaurada y afinada en el gabinete de la primera dama.




¿QUE hace un piano en el casino de La Moneda? Eso se preguntaban varios funcionarios del Palacio de Gobierno cada vez que iban a almorzar al recinto ubicado en un subterráneo de este histórico edificio de Santiago.

Ese añoso piano de cola larga, fabricado en Francia en el siglo XIX, estaba abandonado en un rincón y en vez de ser usado para tocar una pieza musical, era como uno más de los muebles del casino. Sobre su superficie se ponían platos y ollas calientes y las huellas de ese uso eran evidentes. En su interior, incluso, tenía mondadientes y cuescos de aceitunas.

"Parecía un mueble viejo. Estaba deteriorado, sin brillo y algunas personas se apoyaban sobre él", recuerda Jacqueline Fuica, quien lidera el Departamento de Conservación y Patrimonio de La Moneda. Esta historiadora del arte asegura que reparó en el piano desde que comenzó a trabajar ahí, en 2007. "Me llamaba la atención que estuviera olvidado. Pregunté entre los funcionarios más antiguos, pero nadie sabía nada sobre él", agrega.

El año pasado, Fuica notó que el instrumento tenía una de sus patas quebradas. Por eso, contactó a Juan Luis Barrios, reconocido luthier con 25 años de experiencia y quien arregla y mantiene los pianos de Valentín Trujillo y de la soprano Verónica Villarroel.

El experto lo revisó y emitió un diagnóstico preocupante: si no se reparaba en forma urgente, el único piano que existe en La Moneda podía quedar obsoleto. "Por su pata quebrada, corría el riesgo de caerse, y si eso pasaba, podría haber estallado y romperse en pedazos, debido a la tensión de sus cuerdas", explica Barrios.

Finalmente, eso no ocurrió. Por el contrario, el piano fue rescatado del olvido y hoy luce brillante y afinado en el hall del despacho de la primera dama, Cecilia Morel. Está en ese lugar desde marzo, cuando se instaló tras ser restaurado por José Luis Barrios.

"Me pone contenta que haya quedado en este sector del palacio. Aquí confluyen distintas expresiones del arte, porque están los salones en homenaje a Gonzalo Rojas, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, y próximamente habrá otro en recuerdo de Vicente Huidobro, a los que se suma el piano rescatado. Además, estos salones están ambientados en el siglo XIX, por lo que esta pieza queda en completa armonía", sostiene la primera dama.

"En mis 25 años de trabajo, sólo he visto tres pianos de este tipo", afirma el luthier. El de La Moneda fue construido en París, en 1871, por Sébastien Erard, uno de los fabricantes de estos instrumentos más reputados de su época. Pesa alrededor de 400 kilos y está enchapado con madera de jacarandá. Las teclas blancas son de marfil y las negras, de ébano.

Pese a su elegancia y valor histórico, esta pieza estaba abandonada y deteriorada en el casino. Además de la pata rota, tenía algunas teclas quebradas y estaba completamente desafinado.

A fines de diciembre, fue trasladado al taller que Barrios tiene en Quinta Normal. Estuvo ahí durante dos meses, período en que un equipo de tres especialistas restauró tanto su parte estética como funcional. "La idea no es que quedara como nuevo, sino que recuperara su estado original con la mayor fidelidad posible", sostiene Jacqueline Fuica.

El luthier y sus expertos lavaron la madera de jacarandá con una técnica especial y luego aplicaron un abrillantador. Por dentro, se cambiaron los discos del teclado, algunas cuerdas y las teclas que estaban quebradas. Estas últimas fueron reemplazadas por otras del mismo material, marfil, pero recicladas de pianos en desuso. También se restauró el taburete, el asiento que ocupan los pianistas.

¿Cuándo llegó este instrumento a La Moneda? ¿Quién lo llevó? ¿Fue un regalo o se compró? Esas preguntas y varias otras más quiso responder la jefa del Departamento de Conservación del palacio, en forma paralela a la restauración del piano.

Para eso, inició una investigación en la que revisó inventarios y conversó con algunos de los funcionarios más antiguos del edificio del Barrio Cívico, como personal de aseo y de la cocina. Sin embargo, la información que ha recabado hasta ahora es escasa. "Los trabajadores sólo recuerdan que estaba en el casino desde la época de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, a fines de los 90", afirma Fuica.

Hernán Rodríguez, uno de los arquitectos que restauró y alhajó La Moneda en 1982, tras el bombardeo, asegura que en esa época no era parte del mobiliario del palacio. "No había ningún piano en todo el edificio", recuerda.

Casi un siglo y medio después de su fabricación, la historia santiaguina de este instrumento musical continúa siendo un misterio.

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