El poderoso hombre detrás del ataque y la toma de la segunda ciudad de Irak

Abu Bakr al Baghdadi es el líder del grupo extremista sunita Estado Islámico de Irak y Siria (Isis), que el martes tomó Mosul.




Son muy pocas las certezas sobre Abu Bakr al Baghdadi, el líder del grupo extremista sunita Estado Islámico de Irak y Siria (Isis), que tomó el martes el control de Mosul, la segunda ciudad iraquí. Una de las cosas que están claras es que se ha convertido en el líder jihadista más importante del último tiempo, incluso con más poder, según algunos, del que tuvo el mismísimo Osama bin Laden, por el número de combatientes bajo su mando (unos 13.000) y lo vasto del territorio que controla. Y lo otro seguro es que pende sobre su cabeza una recompensa de US$ 10 millones (aún por debajo de la del actual líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, de US$ 25 millones), ofrecida por Estados Unidos.

Considerado como "el hombre más peligroso del mundo" por la revista Time o "el nuevo Bin Laden" por el diario francés Le Monde, su nombre no sería Abu Bakr al Baghdadi. Eso, porque Abu Bakr fue el primer califa y el compañero de Mahoma y porque Al Baghdadi simplemente hace referencia a la capital iraquí. Además, hay dos fotos, muy diferentes entre sí, que han sido "certificadas" por el Ministerio del Interior iraquí y el FBI norteamericano. Acrecienta su misterio el hecho de que nunca ha grabado un mensaje de video, como le encantaba hacer a Bin Laden, y sus escasos mensajes de audio son breves, ni comparados con los  largos sermones de Al Zawahiri.

Su nombre sería Ibrahim Awwad Ibrahim Ali al Badri y habría nacido en 1971, en Samarra, y quienes dicen conocerlo afirman que le gusta vincular su línea tribal a la de los Husseini, los descendientes del profeta Mahoma. Estudió en la Universidad Islámica de Bagdad y se enroló en uno de los tantos grupos armados que proliferaron tras la ocupación de Estados Unidos, en 2003.

Fue escalando posiciones y formó parte del Estado Islámico de Irak que en 2006 reunió a ocho organizaciones radicales como "filiales" de Al Qaeda. En abril de 2010, Abu Bakr al Baghdadi tomó las riendas del Estado Islámico de Irak y  en abril de 2013 dio un ambicioso paso: sumó el nombre de Siria a su organización y comenzó a operar ahí.

El Isis no tardó en hacerse fuerte en el norte de Siria y hasta hoy domina las provincia de Deir ez Zor y Raka y tiene presencia en las regiones de Latakia, Alepo, Idlib, Hama y Damasco. Pero los problemas vinieron del mismo bando islamista. En un comienzo aliado con el Frente al Nusra, las diferencias llevaron a que el egipcio Al Zawahiri intentara poner orden y proclamó a este último grupo como el representante de Al Qaeda en Siria, por lo que exigió que el Isis dejara ese territorio. Pero Al Baghdadi hizo oídos sordos, desconoció la legitimidad del heredero de Bin Laden y ya desde enero pasado se enfrenta directamente a Al Nusra.

Esta autonomía, al parecer, le dio nuevos bríos, y no sólo resiste a las fuerzas de Assad en Siria, sino que ahora se convirtió en un verdadero problema en Irak y un dolor de cabeza en toda la región. Decenas de combatientes provenientes desde el Magreb, Europa, Asia Central, el Cáucaso o Yemen llegan para unirse a sus filas. Ayer se informó que más de 500 mil civiles han huido de los combates en Mosul y que 48 personas fueron tomadas como rehenes en el consulado turco. Además, el Isis logró entrar a Tikrit, la ciudad natal del ex dictador Saddam Hussein y está intentando tomar Baiji, donde se encuentra una de las mayores refinerías del país.

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