El primer ministro asegura que no permitirá injerencias en la soberanía de Libia
Abu Shabur aclaró que los dos buques de guerra enviados por Washington a las costas de Libia para reforzar las instalaciones diplomáticas, no habían entrado aún en aguas territoriales libias.
El nuevo primer ministro transitorio de Libia, Mustafa Abu Shabur, elegido ayer miércoles por el Parlamento, aseguró hoy que está en contacto con Estados Unidos, en relación al asalto de anteayer al consulado en Bengasi, en el que murió el embajador estadounidense, aunque subrayó que no permitirá ninguna injerencia en la soberanía del Estado.
En su primera comparecencia pública tras su elección, Abu Shabur aclaró que los dos buques de guerra enviados por Washington a las costas de Libia para reforzar las instalaciones diplomáticas, no habían entrado aún en aguas territoriales libias.
Los dos barcos, equipados con misiles de crucero, se sumarán a unos 50 marines estadounidenses que partieron este miércoles hacia el estado norteafricano.
El nuevo primer ministro, que reiteró su condena a lo sucedido, confirmó que, hasta el momento, se habían producido varias detenciones, la última hoy, en relación al doble ataque contra la misión diplomática norteamericana en Bengasi, en el que además del embajador, Chris Stevens, murieron otros tres funcionarios.
La noche del martes al miércoles, un grupo de manifestantes que protestaban por una película estadounidense en la que se ofende a Mahoma, irrumpió en el consulado, lo saquearon y lo incendiaron. Posteriormente hombres armados atacaron a un grupo de soldados norteamericanos que se habían desplazado a Bengasi para evacuar a los funcionarios.
"No permitiremos que se vuelva a burlar la seguridad de esa manera", dijo Abu Shagur.
Asimismo, calificó de irresponsables las declaraciones de algunos miembros del Ejecutivo que habían apuntado una posible relación entre lo ocurrido y la reciente extradición del jefe de los servicios de inteligencia del régimen anterior, Abdala al Senusi.
En este sentido, instó a los miembros del Gobierno y la administración a la contención y a no hacer valoraciones antes de que las investigaciones arrojen luz sobre lo ocurrido.
El nuevo primer ministro también quiso hacer hincapié en que su Ejecutivo "concentrará entre 60 y 70% de sus esfuerzos en la cuestión de la seguridad, en la construcción de las instituciones de seguridad y en recuperar las armas".
Tras los casi nueve meses que duró el levantamiento popular armado que acabó con el régimen de Muamar al Gadafi, el país se quedó huérfano de instituciones políticas, de Policía y de Ejército y plagado de miles de armas de todos los calibres que circulan libremente.
"Las armas estarán en manos del Ejército y de la Policía y el ciudadano verá esto en poco tiempo", agregó.
Por otra parte, sobre el nuevo gobierno, que deberá nombrar en los próximos días, adelantó que será un ejecutivo de unión nacional, con nuevas caras y con representantes de las distintas regiones del país.
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