El relajado retorno de Humberto Suazo a Colo Colo
El lunes, el delantero se sumó al plantel albo. De inmediato, congenió con sus compañeros. Los hinchas han gozado con su cercanía. "Está disfrutando el momento", dicen en Macul.
Lunes 22 de diciembre. 9.00 horas. Colo Colo retorna a los entrenamientos después de un par de semanas. Los albos, quienes necesitan recuperarse de la pérdida del título del Apertura, reciben un tónico importante: el regreso de Humberto Suazo.
El ex delantero de Monterrey se roba la atención esa jornada. Y las que siguen. Los hinchas lo esperan en el Monumental para agradecerle su vuelta. Él sonríe y vuelve a abocarse a lo suyo. Suazo está lejos de sentirse una estrella en Macul. Es más, todos se sorprenden de su humildad.
El ariete fue uno de los primeros en llegar el primer día de trabajo. Arribó en un vehículo BMV negro. Saludó con familiaridad a los funcionarios que conocía de su anterior paso por el club. Luego se mezcló con los jugadores con los que coincidió en Macul y con quienes fue compañero en la Selección. Así se repitió la escena el martes y miércoles. Gonzalo Fierro, Jean Beausejour y Jaime Valdés, fueron los encargados de recibirlo y de unirlo a la mesa en que comparten el desayuno los consagrados del plantel, cerca del camarín del Cacique.
Un par de chistes, risas, y a trabajar. No hay tiempo que perder para Chupete. Sólo se detiene para devolver un poco el cariño recibido. Como sucedió en la Clínica Meds el último lunes, donde los pacientes y el personal le demostraron su cariño. El ex jugador de Audax Italiano firmó varios autógrafos y accedió sin reparos a las selfies.
"Humberto está en esa etapa en la que se empieza a disfrutar del fútbol. Nos conoce a casi todos, se junta con todos. Eso ha ayudado bastante para que adaptación sea rápida. Se siente en casa y nosotros procuraremos que siga siendo así", comenta el delantero Felipe Flores, quien valoró el arribo del ex seleccionado. "Es un ídolo", sentenció.
Suazo también mostró su felicidad. En su primera intervención con la camiseta del Cacique, el día de su presentación, reconoció que "me dio mucho gusto encontrarme con gente después de siete años y medio. Deseo marcar muchos goles para que la gente esté contenta", dijo el astro, quien volverá a lucir la camiseta número 26 del Cacique, con la que deslumbró entre 2006 y 2007.
Al mismo ritmo
Chupete no pidió concesiones. Terminó de competir hace un par de semanas con Monterrey por lo que está bien físicamente. En Macul guardan los parámetros que arrojaron sus mediciones con recelo, pero afirman que se exigió al mismo nivel que sus compañeros. Tal como lo pidió.
En el cuerpo técnico del Cacique explican que lo más llamativo es el estado anímico que ha mostrado en las primeras sesiones de trabajo. "Se le ve contento. Trabaja al mismo ritmo que sus compañeros y no pidió algo especial. La comunicación es óptima, tanto con nosotros como con los jugadores. Todos estamos felices de tenerlo acá", dice un colaborador de Héctor Tapia.
Pese al deseo del ariete de no recibir un trato especial, en el Cacique barajan esa posibilidad para el futuro. De hecho, dicen que ya han implementado planes de trabajo específicos para otros jugadores.
En el caso del sanantonino, además de su edad (33 años) inquieta el desgaste que pudiera sufrir en el primer semestre, considerando que los albos deben competir en el torneo de Clausura y en la Copa Libertadores. Además, por la posición que ocupa en la cancha, existirá una permanente preocupación por los golpes que pueda recibir. En su caso, como en el de otros jugadores que llevarán el peso de la campaña, existe disposición a adaptar el entrenamiento y dosificar las cargas de trabajo.
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