El triunfo es lo único que sirve

Colo Colo, Universidad Católica

La UC y Colo Colo se miden en San Carlos con la obligación de ganar para seguir aspirando al título. Los cruzados no quieren perderle el paso a los líderes, mientras los albos aún se aferran al milagro. Cambio obligado en la UC: Álvarez por Magnasco. Guede apuesta por la fórmula que resultó ante la U.




Es el partido que ninguno puede perder. Esta vez, la consideración no sólo tiene que ver con la obligación histórica de dos rivales que se consideran clásicos. Universidad Católica y Colo Colo llegan al duelo de este mediodía, en San Carlos de Apoquindo, con la obligación de sumar un triunfo para seguir ilusionados con la opción del título. Los albos más que los cruzados, pues llegan a Las Condes en un discreto séptimo puesto en la tabla, muy por debajo de las expectativas que tenían cuando contrataron a Pablo Guede para encabezar su proyecto deportivo.

La UC apostará por un libreto conocido y bien aprendido, que incluso le ha dado buenos resultados en los clásicos. Eso sí, Mario Salas tendrá que introducir una variante por obligación, pues la suspensión por tres fechas de Stefano Magnasco, expulsado en el choque frente a Audax Italiano por un violento planchazo sobre Eduardo Navarrete, le abrirá una nueva chance al histórico Cristián Álvarez.

La fórmula ya le ha dado réditos a los cruzados en este torneo y ante rivales tradicionales. En agosto, en el duelo frente a Universidad de Chile, el Comandante realizó el mismo movimiento. La UC se impuso por un contundente 3-0 al equipo que dirigía Sebastián Beccacece quien, víctima de la impotencia, terminó pateando un refrigerador.

La propuesta busca garantizar un mayor equilibrio defensivo ante un equipo que apuesta por un gran volumen de ataque. El Huaso ofrece orden táctico y marca, características esenciales para neutralizar a Martín Rodríguez, quien se cargará sobre ese sector. En ese propósito, también será clave el aporte de los volantes defensivos, César Fuentes y Enzo Kalinski.

En ofensiva, las fichas estarán depositadas en el desequilibrio que ofrece Diego Buonanotte y en la efectividad del trío de ataque. José Pedro Fuenzalida y Ricardo Noir ocuparán las bandas e intentarán desnivelar en base a la velocidad. Nicolás Castillo será el encargado de luchar con los centrales del Cacique.

Guede también se inclinará por un libreto que aprobó con distinción en el Superclásico frente a Universidad de Chile, aunque frente a San Luis volvió dejar dudas. La idea del técnico transandino es presionar sobre el circuito que genera el fútbol cruzado. En los apuntes del cuerpo técnico del Cacique existe una anotación específica: la importancia de bloquear a Enzo Kalinski y a su compatriota Buonanotte. Estiman que en sus pies se genera la mayor cantidad de los ataques estudiantiles.

El recuerdo del duelo frente los azules justifica esa intención. La revisión del choque que se disputó en el Monumental arrojó que con esa idea lograron neutralizar a Gastón Fernández y, con ello, anularon gran parte del juego ofensivo azul. En Las Condes buscarán replicar ese alto rendimiento.

La única duda que el ex técnico de Palestino tuvo en la semana fue el designado para ocupar la banda derecha. Pensó en Marcos Bolados, otra vez en desmedro de Gonzalo Fierro, pero, finalmente, se inclinó por Luis Pedro Figueroa. La elección no es antojadiza: el penquista le ofrece mejores cualidades defensivas, que pueden resultar claves ante el ataque cruzado, que ocupa dos aleros. La predicción es que Lupe tendrá bastante trabajo con la velocidad de Noir, aunque también tendrá otra función: ayudar a presionar a Kalinski y Buonanotte. Esa característica fue la que inclinó a Guede a preferirlo sobre el antofagastino, a quien considera, virtualmente, un puntero.

Así, cada equipo tiene clara su pizarra. Ganar es lo único que les sirve para seguir peleando por sus metas: el bicampeonato, en el caso del local y la estrella 32 en el del equipo albo.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.