Emotiva entrega de los Premios a la Música Nacional Presidente de la República

Jorge Pedreros, Espinita, esperaba en el patio de Las Camelias de La Moneda. Estaba en un largo pero angosto escenario, en silla de ruedas, con unos anteojos oscuros, la piel pálida y muy delgado. En uno de sus pies, un zapato. En el otro, una chala de cuero. Detrás de él, como telón de fondo, una bandera chilena.

Estaba ahí para recibir el Premio a la Música Nacional Presidente de la República. Junto a él, fueron distinguidos el compositor Guillermo Rifo, por la música clásica; Eleodoro Campos (que con su hermano Marcial formaba el dúo Los Hermanos Campos) por su aporte a la música folclórica; el Sello Discográfico Mundo Vivo, como mejor productor fonográfico, e Italo Miranda y Horacio Durán, como mejores editores musicales del libro Método de charango, galardón que fue recibido por Osiel Vega, diseñador y productor gráfico de la publicación.

El Presidente Piñera bajó del segundo piso pasadas las 11 de la mañana, acompañado del Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke. Primero tocó un quinteto de cuerdas que interpretó dos obras de Rifo: Reencuentro y Valsesito.

Acto seguido, habló el ministro Cruz-Coke, que introdujo a los asistentes en las características de este galardón, creado en 1999 por el Presidente Ricardo Lagos y que se entrega todos los años a personas o instituciones que se destacan por su aporte al desarrollo y consolidación de la identidad musical chilena, sin que "distinga estilos, por el contrario, estimula todas las expresiones musicales que conviven en el territorio, cuya suma, define nuestra cultura e identidad como nación", señaló el ministro Cruz-Coke. Además de un diploma, los ganadores de las categorías de música popular, clásica y folclórica recibieron 270 UTM (poco más de 10 millones de pesos).

En seguida, se escuchó la voz de Fernando Alarcón que presentaba "los éxitos musicales de Silverio Silva". En una pantalla ubicada al costado derecho del patio aparecía Pedreros en el personaje de la pegajosa muletilla "Ssssi, caracoles". El homenaje demostraba la versatilidad de Jorge Pedreros, que fue actor, músico, compositor y productor.

Se pudo ver sus más conocidos personajes del Jappening con Ja: Evaristo Espina, una de las gordas que cantaba "para la garganta Gargarín", el indio bolsero, el recién operado, etc. Al mismo tiempo se escuchaban algunas de sus canciones que fueron un éxito con la Nueva Ola: Caprichito, Entre la arena y el mar, Como una sombra, etc. Y luego: "Lo más importante, en la vida es sonreirle al mundo con optimismo y fe", cantado por los integrantes del programa humorístico Jappening con Ja, alguno de los cuales se encontraban entre el público: su esposa Gladys del Río, Eduardo Ravani, Maitén Montenegro y Fernando Alarcón.

Terminó el video y hubo un aplauso cerrado. La gente se puso de pie y más de alguno sacó su pañuelo para secarse las lágrimas. Pedreros tomo un respiro de vida y, ayudado por el Presidente Piñera, lentamente ese puso de pie para agradecer.

Vino la entrega de los diplomas y luego el discurso del Presidente. "Si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco". Con esta cita del compositor ruso P. I. Tchaicovsky, inició un discurso en el que recordó lo enriquecedor que era la música para la vida. Además de repasar la carrera de Pedreros, tuvo emotivas palabras para Eleodoro Campos, cuyo hermano falleciera el año pasado. También anunció que enviará dos proyectos de ley para dar incentivos a los medios que difundieran música nacional. Sin embargo el contenido de estos no fue dado a conocer.