En Atacama y Aysén: los nuevos museos de la Dibam y el desafío de la gratuidad

Dos recintos, en Copiapó y Coyhaique se unirán a la red pública que desde este mes no cobra entrada.




El anhelo nació hace más de una década, pero recién el pasado 10 de febrero tomó un rumbo concreto: ese día el Museo Regional de Aysén inició sus obras de construcción, en los que fueron los terrenos de la Sociedad Industrial de Aysén (SIA), en Coyhaique, una serie de inmuebles destinados a la explotación ganadera que un grupo de magallánicos creó en 1903. La idea de crear el museo data de 2003, aunque recién en 2008 se presentó el proyecto, que fue visado por el MOP. Tras un concurso público, en 2012, la oficina BBATS+Tirado se adjudicó el proyecto del museo que la Dibam administrará.

El edificio salda una deuda histórica: contar con un museo estatal en la región. El término de las obras se proyecta para julio del próximo año, aunque en ese momento no estará  aún del todo operativo. Primero el MOP debe hacer entrega oficial del inmueble a la Dibam, que se hará cargo de la programación y curatoría del nuevo espacio.

Se trata de un caso especial. Al no existir un museo previo,  también se carece de colecciones. "Este nace  como un museo de sitio, que dará cuenta de la historia de sus primeros habitantes y colonos a través de la restauración de los edificios que pertenecieron a la SIA. Queremos sumar colecciones, y por supuesto que tener un museo con las normas de conservación necesarias da confianza a que coleccionistas dejen sus acervos a nuestro cuidado", dice Alan Trampe, Subdirector Nacional de Museos.

De esta forma, el diseño contempla la restauración de seis edificios patrimoniales: la antigua cocina de peones, la pulpería, la casa de administración, una bodega y dos casas de trabajadores. Se suma un nuevo edificio que cumplirá la función de museo. "La reconstrucción conceptual  se acompaña de la replantación de los antiguos árboles frutales que acompañaban las casas quinta", cuenta Cristóbal Tirado, el arquitecto a cargo. "La mayor dificultad fue el clima. Lo que hicimos fue planear construir con mucha prefabricación y con procesos secos".

Al Museo Regional de Aysén se le une otro nuevo guardián del patrimonio: a fines de este año se inicia en Copiapó la construcción del nuevo Museo Regional de Atacama, que reemplazará al antigüo, que está hoy en precarias condiciones.  En su caso, las condiciones climáticas son totalmente opuestas al de Aysén y marcaron el espíritu del edificio. "Quisimos resolver el problema del clima seco y las altas temperaturas que hay todo el año, sin aire acondicionado. Diseñamos una pantalla envolvente de arcilla que permite al edificio respirar y al mismo tiempo dejar entrar la luz", explica Max Núñez, arquitecto ganador del concurso público para diseñar el museo.

AUDIENCIA Y GRATUIDAD

Con estos dos nuevos edificios, la red de museos públicos Dibam se eleva a 28, los que, además, desde este mes serán de entrada gratuita, según el decreto de la Presidenta Bachelet. Aunque muchos piensan que la medida podría afectar al financiamiento de los museos, el director de la Dibam, Angel Cabeza señala que el impacto será mínimo. "El ingreso por corte de entradas es en total de 145 millones de pesos, cifra que la Dibam puede absorber sin problemas. Lo que ganamos a cambio es mucho más. Proyectamos que el aumento de las visitas será por sobre el 20%. Estamos cumpliendo con el rol social de llegar a todos", dice el director.

Para Alejandra Serrano, directora del Centro Cultural La Moneda, la gratuidad era una deuda. En su caso, el centro tiene entrada gratuita todos los días de 9 a 12 horas, mientras que el resto del día, la entrada es de $ 2.000 y para los extranjeros $ 5.000. "La gratuidad es un gran paso hacia la democratización. El costo de cortar entradas a veces es mayor que la recaudación, por lo que la medida les simplifica la tarea a la Dibam. Ahora eso no significa que la visitas subirán por arte de magia. Hay que hacer mayor difusión y encantar al público", dice Serrano.

Ahora el desafío de la Dibam es cuidar y formar nuevas audiencias, como las que necesitarán los museos en Aysén y Atacama. En un país de 17 millones de habitantes, sólo 1 millón 800 mil, visitaron los museos de la red en 2014, según cifras del organismo. No es mucho. "Eliminar el factor económico  favorece, pero no es lo único. Estamos haciendo permanentemente focus group y encuestas sobre la percepción del público y ya estamos trabajando en un Política Nacional de Museos, que otorgará una institucionalidad común, en donde todos trabajen unidos", remata Alan Trampe.

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