Encuentro histórico en Jerusalén entre el papa Francisco y el patriarca ortodoxo Bartolomeo I
En la iglesia del Santo Sepulcro, el jefe de la Iglesia católica y el patriarca ortodoxo firmaron una declaración conjunta por la unidad de las dos iglesias casi 10 siglos después del cisma entre Oriente y Occidente.
El papa Francisco celebró este domingo un encuentro "histórico" con el patriarca ortodoxo Bartolomeo I en la iglesia del Santo Sepulcro, en Jerusalén, para sellar simbólicamente la unidad de los cristianos, constató la AFP.
El jefe de la Iglesia católica y el patriarca ortodoxo firmaron una declaración conjunta por la unidad de las dos iglesias casi 10 siglos después del cisma entre Oriente y Occidente.
Francisco y Bartolomeo I, uno vestido de blanco y el otro de negro, se arrodillaron largamente ante la tumba de Jesús y el lugar donde resucitó, según la tradición.
Los dos líderes religiosos fueron muy aplaudidos tras lo cual repitieron el gesto de abrazarse, tal como ocurrió hace 50 años entre Pablo VI y el patriarca Atenágoras, el 5 de enero de 1964.
"En esta basílica, a la que todo cristiano mira con profunda veneración, llega a su culmen la peregrinación que estoy realizando junto con mi amado hermano en Cristo, Su Santidad Bartolomé", dijo el papa.
"Peregrinamos siguiendo las huellas de nuestros predecesores, el Papa Pablo VI y el Patriarca Atenágoras, que, con audacia y docilidad al Espíritu Santo, hicieron posible, hace cincuenta años, en la Ciudad santa de Jerusalén, el encuentro histórico entre el Obispo de Roma y el Patriarca de Constantinopla", recordó.
A la celebración "ecuménica", marcada por cantos y solemnidad, asistieron representantes de las diversas confesiones cristianas, entre ellas greco-ortodoxos, armenios ortodoxos y franciscanos, los cuales oraron juntos y públicamente por primera vez en ese lugar sagrado para el cristianismo.
En la declaración, de 10 puntos, Francisco y Bartolomeo se comprometieron a respetar "las legítimas diferencias, por el bien de toda la Humanidad".
Igualmente acordaron obrar para que "todas las partes, independientemente de sus convicciones religiosas, favorezcan la reconciliación de los pueblos".
Tomados de la mano, los dos líderes religiosos bajaron juntos al sepulcro y oraron en la piedra, donde según los cristianos fue alojado el cuerpo de Jesús.
El papa argentino, que visitaba por primera vez el Santo Sepulcro, resultaba visiblemente emocionado.
El acto, que inició con una hora de retraso, se concluyó con el rezo conjunto del Padre Nuestro.
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