Enfermedad de Morrissey frena nuevo concierto en Chile

Morrissey (53) habló de retiro, de muerte, de sangre y de "días muy malos". Todo un léxico que cruza la primera entrevista ofrecida por el cantante para detallar la crisis de salud que ha perturbado sus últimos meses y que, a partir de enero, lo obligó a cancelar 25 fechas en Norteamérica, incluyendo el festival mexicano Vive Latino, en uno de los trances más complejos de su carrera. En conversación el jueves con la radio Reactor de México, el ex The Smiths incluso reveló que los médicos le habían sugerido retirarse de los shows ante un escenario que, como una secuencia fatídica, partió con una infección a la vejiga, para luego derivar en una úlcera que detonó una hemorragia digestiva, rematando en una doble neumonía.

El británico siguió: "Me han aconsejado dejar los escenarios, pero para mí es muy difícil, porque es parte de mi vida. Tuve unos días muy malos. Sufrí una hemorragia interna y me tuvieron que llevar a toda prisa al hospital y perdí mucha sangre. Intentaron parcharme por cinco semanas, pero no funcionó. Había perdido tanta sangre que me había puesto anémico. Aún estoy bajo tratamiento y ahora me siento optimista. Pero gracias a esos tubos, me salvé de la muerte".

Más allá de sus palabras, la cancelación de todo su periplo rebotó en Chile. Según cuentan desde el casino Monticello, la misma empresa que trajo al artista al Festival de Viña 2012, estaba negociando la opción de montar un concierto de gala en el lugar para mediados de abril, con una capacidad para no más de dos mil personas y como parte de una gira que también pasaría por otras plazas de la región.

De hecho, los gerentes de entretenimiento del recinto revelaron las tratativas en la emisión del 8 de febrero del espacio Calentando motores de radio Tiempo, advirtiendo que el pacto estaba cerca de cerrarse. Ante las cancelaciones y las información en torno a su salud, en enero se les comunicó a los productores que las gestiones quedaban congeladas, las que finalmente se descartaron.

"Estaba pactada una gira latina y se había reservado una fecha para que cantara en Monticello. Pero al momento de enfermarse, todo se suspendió y quedó en nada. Se sabía que venía, pero su actual estado terminó por influir", asegura Cristián Ivovich, encargado de comunicaciones de Monticello.

CUADRO COMPLEJO

Fernando Fluxá, gastroenterólogo de la Clínica Las Condes, asegura que el cuadro enfrentado por el cantautor es poco habitual y que, por lo general, es detonado por ciertos medicamentos y por estrés severo (en octubre, el artista ya canceló parte de su tour por la hospitalización de su madre en Inglaterra). Además, el especialista cuenta que el tratamiento es intenso, se basa en antibióticos para frenar la neumonía y en la cicatrización de la úlcera, y toma cerca de seis semanas.

"Con el diagnóstico que tiene, es suficiente para cancelar una gira. Además, una hemorragia digestiva y una neumonía simultánea no son problemas en lo absoluto simples y tienen riesgo de mortalidad. Por otro lado, hay que descartar el riesgo de un cáncer", cuenta el doctor. Eso sí, Fluxá aclara que, ante un correcto tratamiento, las dolencias se pueden curar sin secuelas y en ningún caso inhabilitan a un artista en su labor en escena. "Lo ideal es bajar el ritmo, pero en ningún caso alguien queda inválido o menoscabado de seguir con su labor. Y si así se lo recomendaron, es que quizás hay algo que no se reveló públicamente".