Enfermera británica con ébola recibe plasma sanguíneo de sobreviviente como tratamiento
"Decidimos tratarla con dos cosas, la primera es plasma convaleciente, que significa un producto tomado de la sangre de otro paciente que se recuperó del ébola", dijo el doctor Michael Jacobs del hospital Royal Free de Londres.
Una enfermera británica a quien se diagnosticó ébola esta semana recibe un tratamiento de plasma sanguíneo de un sobreviviente del virus junto con un medicamento antiviral, dijeron el miércoles los médicos del hospital de Londres donde fue internada.
Pauline Cafferkey, una enfermera que regresó de trabajar en un centro de tratamiento del ébola en Sierra Leona el domingo, se convirtió en la primera persona en Gran Bretaña en ser diagnosticada con el mortal virus, tras quejarse de fiebre.
"Decidimos tratarla con dos cosas, la primera es plasma convaleciente, que significa un producto tomado de la sangre de otro paciente que se recuperó del ébola", dijo el doctor Michael Jacobs del hospital Royal Free de Londres.
El plasma, que contiene anticuerpos para ayudar a combatir la enfermedad, fue donado por sobrevivientes del virus, dijo Jacobs a periodistas. Declinó identificar al donador.
"La segunda cosa es darle un fármaco antiviral, es un medicamento antiviral experimental", explicó el médico. "Ella es consciente de que es un tratamiento experimental", agregó.
Jacobs dijo que no había suministros disponibles del fármaco ZMapp, que fue usado por el hospital en el tratamiento exitoso de otro paciente, William Pooley, a quien se le diagnosticó ébola en el exterior y volvió a Gran Bretaña para recibir tratamiento.
El médico declinó identificar el medicamento experimental que están suministrando a Cafferkey pero dijo que había sido utilizado anteriormente para trata a pacientes con ébola, así como otras enfermedades.
Jacobs dijo que pese a que Cafferkey se sentía mal, se encontraba tan bien como se esperaba para la fase temprana de la enfermedad.
Pero enfatizó la naturaleza impredecible del ébola y dijo que el hospital esperaba tener una idea más clara del progreso de la enfermera en el plazo de una semana. La paciente podía sentarse, leía y se alimentaba un poco y la había visitado su familia, que le habló por un intercomunicador.
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