Enrique Paris, presidente del Colegio Médico: "Con Mañalich teníamos un contacto más directo. Ahora la relación no es tan fluida"

A tres meses de que deje la presidencia del Colegio Médico, tras dos períodos, Enrique Paris (68) dice estar cansado, pero conforme con los logros. "Creo que hemos hecho las cosas bien", señala. De su gestión, destaca el aumento de socios y un superávit de $ 2 mil millones. En un recuento, compara las gestiones de los dos últimos gobiernos y los desafíos del próximo, y confiesa que uno de los momentos más álgidos fue la ausencia de la ministra Castillo a la conmemoración del último Día del Médico. "Fue un desaire", asegura.

¿Cómo han sido estos seis años?

Muy intensos, pero me he sentido apoyado. El colegio tiene un Ejecutivo que somos nosotros y un Legislativo que son los presidentes y consejeros regionales, que aprueban los proyectos. Tener el voto favorable, casi en el 100% de las veces, ha sido fundamental para emprender proyectos y potenciar el gremio: recibimos el colegio con 15 mil afiliados y lo vamos a dejar con 26 mil. Además, pasamos de gastar $ 75 millones en actividad gremial a $ 250 millones.

¿Cuáles son sus mayores logros?

Solo en el último año aumentamos el patrimonio en $ 7 mil millones; el aumento de colegiados nos ha permitido construir nuevas sedes. Además, pagamos al contado una deuda de impuestos de US$ 1 millón y tuvimos un superávit de $ 2 mil millones. Hemos saneado el Colegio Médico.

Durante su administración lidió con dos gobiernos. ¿Cómo fue la relación con el anterior y cuáles los momentos más complejos?

La situación de Jaime Mañalich y los anestesistas fue uno de los momentos más difíciles, al igual que el conflicto en Quellón, cuando murió una señora y él deslizó que los médicos eran los culpables. Mañalich era más agresivo, pero más directo y eso hacía más fácil dialogar con él, porque te dice sí o no. Con todo, reconozco que nos apoyó mucho en mejorar la remuneración de los médicos de urgencia.

¿Y con el actual?

Quiero mucho a la ministra Castillo, pero no ha logrado desarrollar el Minsal como esperábamos. Desgraciadamente, una entrevista que dí y donde me referí a la construcción de hospitales, llevó a que ella no asistiera al Día del Médico. Le dije que me parecía inadecuado, porque el ministro siempre había asistido y, si no podía, mandaba al subsecretario. Nunca había pasado eso, hasta la Presidenta mandó un carta muy elogiosa. Mañalich era mucho más frontal, te llamaba y te decía las cosas, pero no asistir fue un desaire. Otro momento difícil fue la huelga del Hospital Salvador, porque se reforzó en el ministerio la oposición a las concesiones, algo con lo que yo no estaba de acuerdo, y que significó un quiebre con la ex ministra Helia Molina. Y recientemente, Masvida también ha sido difícil, por la inquietud de nuestros asociados.

Hubo desencuentros con ambas administraciones, entonces...

Con Jaime Mañalich, pese a que peleábamos, teníamos un contacto más directo. El venía a mi oficina y discutíamos nuestras diferencias con tranquilidad. Ahora con el Minsal la relación no es tan fluida. Sacamos una ley, pero fuera de eso no veo ningún hito importante con el Colegio Médico. Se reactivó la Comisión Nacional Docente Asistencial, lo reconozco, pero en el resto de los temas no hemos tenido cercanía: Residentes Chile, reajustes de Fonasa, campos clínicos, el Eunacom y los médicos que debieran haber abandonado el sistema. Hemos tenido muchos desencuentros que pueden ser pequeños, pero para el Colegio Médico son importantes. En definitiva, ha sido más difícil dialogar con alguien que te dice "lo vamos a evaluar o ver en el futuro", que ha sido la impronta de este ministerio. Salud y Educación deben ser las carteras más difíciles, y requieren capacidad de decisión potente.

¿Cuáles son los desafíos del próximo gobierno?

Continuar el plan de inversiones, sobre todo con los consultorios, y potenciar la atención primaria. Seguir con la formación de especialistas, hacer una reforma a las isapres, mejorar la entrega de medicamentos por el envejecimiento de la población y reducir el gasto de bolsillo en ese ámbito. Se debe invertir más si queremos tener una salud más justa.

¿Cuál es el perfil que debe tener su sucesor o sucesora?

Quisiera que tuviese una actividad 100% gremial, no que reciba órdenes de partidos y que no se alinee o sea enemigo del gobierno de turno. Debe defender a sus asociados, porque para eso se le elige, y esa defensa va asociada a mejoras en el ámbito público y el privado. Seguir mejorando la imagen del médico, que seamos aliados de los pacientes. Le aconsejaría que sea capaz de integrar a todas las corrientes dentro del colegio. En base al diálogo hemos conseguido muchas cosas, sería un legado porque a mi me funcionó.

¿Con todos los cuestionamientos que se le hace al Eunacom, qué debiera pasar con ese examen?

El Eunacom tiene que persistir porque tiene que haber un examen que mida la calidad del egresado, pero no creo que sea necesario para que un médico sea contratado en el sector público o en el privado y esta es mi postura personal, creo que fue un error poner el test como una barrera para trabajar.

¿Qué cambios de la salud en Chile le han llamado la atención?

En el último tiempo la medicina se ha subespecializado y lo que antes resolvía un médico general ahora requiere de un especialista o subespecialista. Nos hemos hecho dependientes de los especialistas y de los grandes aparatajes tecnológicos. Eso ha significado también que con el tiempo el paciente se haya empoderado y ponga en duda al médico general pidiendo confirmar diagnósticos con un especialista. Eso ha deformado la visión que tiene el paciente de la medicina que ha ido perdiendo la confianza en los médicos. Por eso hay que potenciar la atención primaria, y hacerla más resolutiva.