Entredicho de Lagos y Marco Enríquez revive antigua disputa con clan Ominami

Fue a la salida de la Fundación Democracia y Desarrollo, donde ayer Ricardo Lagos entró de lleno a la polémica entre Luisa Durán y Marco Enríquez-Ominami, que inició su esposa el viernes pasado, al señalar en una entrevista radial "que para ser Presidente se necesita experiencia, no haber ido al teatro, no haber hecho una película (...)".

Con ello, el ex mandatario -quien la semana pasada estaba en Estocolmo- revivió las antiguas diferencias que mantiene con el diputado, relación que se deterioró en 1999, tras la primera vuelta presidencial.

Tras las críticas de Durán, Enríquez-Ominami apuntó a que era Lagos quien estaba detrás de las palabras de su esposa y la acusó de ser su "mensajera".

Luisa Durán -a través de una carta a La Tercera- criticó el "machismo" de Enríquez y dijo que "una vez más no pierde la oportunidad de ofender a Ricardo Lagos con sus declaraciones".

"Lo que me pareció muy ofensivo, no para mi mujer sino que para las mujeres en general, es suponer que los maridos les demos instrucciones para lo que tienen que decir y lo repiten", dijo ayer Lagos.

El candidato presidencial de la Concertación, Eduardo Frei, dio su respaldo a Lagos. Sin mediar pregunta dijo que "no se puede estar hablando o denigrar el rol de la mujer en política y después decir que estamos apoyando a la Presidenta Bachelet".

RELACIONES CORTADAS
En la década del 80, Marco Enríquez solía llamar "tío" a Lagos. Ambas familias veraneaban juntas en la Cuarta Región y solían visitarse los fines de semana. El senador Carlos Ominami fue el brazo derecho del ex mandatario en las primarias de 1993 y en la primera vuelta de 1999.

Sin embargo, fue en esa elección y tras los estrechos resultados que obtuvo frente a Joaquín Lavín, cuando el entonces candidato tomó la decisión de relegar de los puestos claves en su comando a Ominami, su esposa, Manuela Gumucio, y al propio Enríquez, quienes eran los encargados de la franja presidencial. Ello provocó el distanciamiento, y madre e hijo no volvieron a hablar con Lagos.

Desde entonces, Enríquez fue uno de los principales críticos contra el gobierno de Lagos. En 2003 plasmó sus cuestionamientos en su documental "Los héroes están fatigados", del cual el ex Presidente se negó a participar. En 2008, en una entrevista Lagos criticó a los díscolos de la Concertación.

Aunque Ominami y Lagos limaron asperezas y se reúnen periódicamente, las diferencias entre sus familias llegaron a tal punto que Manuela Gumucio y Luisa Durán evitan saludarse en eventos sociales.