Enzo Andía, la evolución del gigante introvertido de la UC

El zaguero dejó atrás los errores de la inexperiencia y se convirtió en uno de los mejores de la UC, el líder. Pese a su timidez, fue atacante goleador, hasta capitán de Chile. Tuvo que subir 15 kilos y hoy aprende a vivir solo.




Según la Academia de la Lengua Española (RAE), una de las acepciones para la palabra "evolucionar" tiene que ver con la capacidad de desenvolverse y desarrollarse, pasando de un estado a otro. En el fútbol chileno, específicamente en Universidad Católica, este concepto no hace más que definir el crecimiento que ha exhibido Enzo Andía en el fondo de la defensa estudiantil.

Del primer tanto a Unión La Calera -en junio de 2011- y de errores groseros, casi infantiles, frente a Wanderers -el 10 de marzo- ya no queda mucho...  "No estoy fuerte. Sentí los errores y les fallé a mis compañeros", decía el "Flaco", entre lágrimas, el día de los dos yerros ante los "caturros".

Hoy todo es distinto. El ovallino hoy es una de las revelaciones del torneo, figura de su escuadra, titular indiscutido para Martín Lasarte y el jugador que más ha actuado en la era del uruguayo (64 partidos, uno más que Fernando Cordero, el segundo).

El técnico ha tenido que trabajar con la personalidad de un muchacho con cara de niño, pero que casi mide metro noventa. En el plantel, por ejemplo, los más "grandes" como Rodrigo Valenzuela, Cristián Alvarez o Tomás Costa se preocupan de él y lo cuidan hasta cuando habla con la prensa. La idea es no desenfocarlo, protegerlo de las críticas y hasta guiarlo para que no llegue a decir alguna frase que lo comprometa sin querer.

Hace casi seis años, Alfonso Garcés lo llevó a los cadetes. Con casi 20 de experiencia como captador del club de Las Condes, cuenta cómo escogió a Andía entre varios niños de Ovalle.

"Lo vi en un campeonato escolar, pero francamente nos llamó profundamente la atención el porte que tenía y la técnica con que jugaba. Lo traje de inmediato y luego lo llevamos a una gira por Chiloé. No convencía mucho, incluso hubo técnicos (de otros equipos) que me dijeron que por esa vez me había equivocado, pero teníamos fe en que progresaría"

, rememora el hombre que descubrió, entre otros, a Gary Medel, Felipe Gutiérrez y Nicolás Castillo.

Garcés trabaja junto con Rodrigo Astudillo, jefe de las inferiores. El "Tuto" aprobó su llegada y cuenta los secretos de su éxito. "Lo hicimos subir a lo menos 15 kilos desde que llegó. Estudiamos la densidad de sus huesos, por lo que supimos dónde cargar los trabajos para fortalecerlo. Debe ser uno de los primeros futbolistas al que se realizaron esos análisis... Su timidez la trabajamos con el sicólogo Sergio Villarroel, pero a medida que ha jugado en el primer equipo se la ha ido creyendo más... Siempre le pedimos que tuviera don de mando", cuenta el ex futbolista cruzado.

Andía, recién llegado a la UC en 2009, tuvo que asumir una gran responsabilidad: ser el capitán de Chile en el Sudamericano Sub 17. Raro, pensando en su naturaleza, pero totalmente merecido según César Vaccia, el entrenador de ese combinado: "Lo nominé, porque pese a ser alto tenía muy buena técnica. El capitán generalmente tiene liderazgo, voz y une voluntades, pero este caso era distinto, pues él es muy introvertido. Lo elegí porque es respetuoso y su juego contagiaba a los demás, no porque hablara menos o más".

Cambio de vida

Hasta principios de año, Andía vivió en la pensión de los futbolistas cruzados de regiones. "Hicimos un egreso paulatino de la residencia, lo preparamos de a poco para su salida, pues se compró hace poco un departamento", afirma Astudillo, mientras que Garcés dice que "es muy ordenado con su platita. Juntó y se compró un buen auto".

Pese a la nueva vida, el central nunca deja de visitar Ovalle, la población Las Tranqueras y la Academia Municipal de fútbol de esa ciudad. "Enzo viene a los entrenamientos y habla con los chicos. Es famoso. Todos los niños lo conocen y le piden autógrafos. Por él, acá ahora casi todo el mundo es de la Católica. La gente se junta y ve los partidos importantes", dice Francisco Carvajal, uno de sus primeros entrenadores, quien agrega que "hasta los 14 años años, más o menos, era delantero y goleador de los campeonatos comunales, pero por necesidad del fútbol lo fuimos retrasando".

Actualmente, Andía vive su mejor momento como profesional e incluso pudo partir al Real Madrid B. No obstante, la UC lo "blindó" y espera al menos un par de millones de dólares por un porcentaje de su pase. Hoy, ante O'Higgins, volverá a ser estelar y seguirá ganando experiencia para dejar de ser promesa y algún día defender con la misma prestancia a la selección adulta, donde lo siguen constantemente por altura, fútbol y disciplina.

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