Equipos de rescate buscan nuevas señales de la caja negra para desplegar robot que rastrea suelos submarinos
La búsqueda intenta localizar señales antes de que se agote la batería de las cajas negras, cuyas reservas están al límite.
Los equipos de rescate buscan nuevas señales que pudieran ser de una caja negra para poder desplegar el sumergible Bluefin-21 en el Océano Índico, donde sigue el rastreo para localizar el avión de Malaysia Airlines desaparecido hace un mes.
"A menos de que haya otra transmisión no se desplegará el sumergible", dijo hoy el jefe del Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas, Angus Houston, en una rueda de prensa en la base australiana Pearce, en la ciudad de Perth.
La búsqueda, que tiene lugar a unos 4.500 metros de profundidad en una amplia zona marítima situada a unos 2.000 kilómetros de la costa oeste australiana, intenta localizar estas señales antes de que se agote la batería de las cajas negras, cuyas reservas están al límite.
El buque australiano Ocean Sheild, que transporta el sumergible, rastrea la misma zona donde el domingo captó dos señales, una de 2 horas y 20 minutos y otra de 13 minutos, cuya frecuencia coincide con la que emiten los dispositivos de registro de vuelo y de las conversaciones de la cabina de las cajas negras.
"No ha habido contactos adicionales con ninguna clase de transmisión y necesitamos continuar (con la búsqueda) durante los próximos días hasta que no tengamos dudas de que se han agotado las baterías (de las cajas negras)", dijo Houston.
El jefe del operativo dijo que se necesitan nuevas señales para mejorar la información sobre el fondo marino y acotar la zona de búsqueda antes de desplegar el Bluefin-21, cuyo radio de acción es limitado.
El sumergible no tripulado está equipado con instrumentos para captar señales acústicas y una cámara de vídeo pero tiene que "arrastrarse" por el lecho marino en un operativo "lento" y "meticuloso" que puede durar días.
"Si captamos más transmisiones podremos tener un mejor punto en el lecho marino que nos permita una búsqueda visual más reducida", indicó Houston.
El ministro australiano de Defensa, David Johnston, dijo en la misma rueda de prensa que el Ocean Shield inspecciona el fondo marino con el detector de cajas negras que transporta para "ampliar ese contacto".
"Estamos buscando muy activamente en lugares donde debería haber restos del avión", dijo Johnston, que señaló que se han desplegado unas 20 boyas sonares para intentar determinar el posible punto de entrada del avión en el agua.
El ministro reiteró que las señalas captadas por el Ocean Shield son el indicio más importante hasta el momento del que dispone el operativo que también rastrea una zona a 600 kilómetros donde el barco chino Haixun 01 detectó el viernes y el sábado otras dos señales.
Once aviones militares, tres de civiles y 14 barcos participaron en el operativo, con buenas condiciones meteorológicas, que se centró principalmente en el rastreo submarino pero que continúa con la búsqueda aérea en la superficie marina.
La búsqueda de hoy se centra en un área de 77.580 kilómetros cuadrados situada a 2.268 kilómetros al noroeste de Perth, indicó el Centro de Coordinación de Agencias Conjuntas en su último comunicado.
El avión Boeing 777 despegó de Kuala Lumpur con 239 personas a bordo rumbo a Pekín en la madrugada del 8 de marzo y desapareció de los radares civiles de Malasia unos 40 minutos después de despegar, y desde entonces no se ha encontrado resto alguno.
Iban a bordo 153 chinos, 50 malasios, siete indonesios, seis australianos, cinco indios, cuatro franceses, tres estadounidenses, dos neozelandeses, dos ucranianos, dos canadienses, un ruso, un holandés, un taiwanés y dos iraníes que utilizaron los pasaportes robados a un italiano y un austríaco.
La Policía malasia dijo la semana pasada que no considera responsables de secuestro, sabotaje y problemas psicológicos o personales a los 227 pasajeros, pero la tripulación de nacionalidad malasia sigue bajo sospecha.
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