Escalona por sueldo mínimo: "El gobierno tiene la obligación de recoger el espíritu que hubo ayer y mejorar la propuesta"

El presidente del Senado llamó al Ejecutivo a generar un espacio de diálogo con la oposición que "hasta ahora no ha existido", en torno al salario base.




El presidente del Senado, Camilo Escalona (PS) aseveró hoy que se requiere de un diálogo entre el gobierno y la oposición, para poder definir una cifra adecuada, respecto del reajuste del sueldo mínimo.

En ese sentido, el parlamentario dijo que "yo soy de los que estaba por generar la posibilidad de que se retomara la discusión en la Cámara de Diputados y, en consecuencia, que el proyecto de ley no muriera ayer, porque qué sacamos nosotros con mantener el mismo salario mínimo que hay".

Escalona remarcó que "entiendo que es poca la propuesta. Pero, ocho mil, nueve mil, diez mil pesos para una persona que le están pagando 150.000 pesos, puede ser valioso e importante".

No obstante, enfatizó que "creo que el gobierno tiene la obligación de recoger el espíritu que hubo ayer, en el sentido de mejorar la propuesta y generar espacios de conversación que, lamentablemente, hasta ahora no han existido".

En la materia, el legislador planteó que, además, "para mí, lo que está de por medio ahora es que se necesita una reforma tributaria que permita recaudar más, porque tenemos más exigencias, más obligaciones, más compromisos, más presión sobre la caja fiscal y para resolver ese problema hay que tener más recursos".

"Estoy contento de que el Senado haya sido el escenario en el cual estemos realizando este intercambio de opiniones", sentenció.

Al mismo tiempo, el parlamentario criticó los anuncios de Obras Públicas, formulados por Laurence Golborne, ya que a su juicio, se debe contar con seguridad con los fondos para efectuar los trabajos comprometidos.

"Veo que hay un ministro –el de Obras Públicas- que recorre el país, ofreciendo obras, obras y obras. Y reviso la prensa: es una 'catarata' de anuncios. Pero no sé con qué se van a financiar. Cómo se van a pagar. Si los países que viven del aire y de las promesas, al final son los que fracasan", argumentó.

Según precisó, "para que después la gente no tenga simplemente la tristeza o el sabor amargo de sentirse engañado, lo que es fundamental es saber cómo vamos a pagar esa enorme cantidad de anuncios que se están haciendo, cómo se va a lograr sostener el gasto público en los próximos años".

Finalmente, adujo que "eso me inquieta severamente, porque son tantas las cosas que se están prometiendo y los recursos son los mismos, que después el desaliento y el desencanto de la gente es feroz".

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