Escándalo por abusos de DT a futbolistas juveniles no para de crecer
Tras sucesivos testimonios de ex jugadores, se abrió una línea para denunciar más casos. "Hay muchos más que no han llamado", sostienen.
Desde que el presidente de la Federación lo describió como la peor crisis del fútbol inglés, el escándalo de los abusos sexuales a jóvenes jugadores no ha parado de crecer y amenaza ya a los grandes clubes.
Una línea de teléfono creada para quienes sufrieron abusos de niños por parte de entrenadores, ojeadores y otro tipo de personal de los clubes, recibió 50 consultas en sus dos primeras horas y 860 en su primera semana, anunció la Sociedad para la prevención de la crueldad con los niños (NSPCC), que la gestiona.
Se trata de una cifra tres veces superior a las llamadas recibidas en el mayor escándalo de pederastia que recuerda el país, el de Jimmy Savile, el presentador de la BBC ya fallecido que abusó de cientos de menores en todos los lugares imaginables, incluyendo en actos caritativos en hospitales.
Tal cantidad de llamadas hace pensar en un caso peor que el de Savile, y de momento se extiende a tres décadas, a partir de los años 1970.
Un antiguo profesional llamado Andy Woodward, que jugó en el Sheffield United, abrió el camino al explicar los abusos que sufrió de Barry Bennell, un ex entrenador de las categorías inferiores del Mánchester City, el Crewe Alexandra y el Stoke City.
"Vimos el caso de Jimmy Savile y el coraje de la gente (al denunciarlo). Es mucho más duro denunciarlo en el mundo del fútbol. Es ahora, a los 43 años, que siento que puedo vivir sin ese secreto y esa carga enorme, horrible. Quiero sacarlo de mí y dar la oportunidad a otros de hacerlo", dijo Woodward a The Guardian.
Su deseo se cumplió, y más de 20 antiguos pupilos de Bennell acudieron a la policía. El martes, las primeras pesquisas dieron frutos y el ex entrenador fue formalmente inculpado de violación de un menor de 14 años.
Este antiguo entrenador de 62 años ya ha cumplido tres penas de cárcel por abusos sexuales a menores, y ahora vuelve a estar en manos de la policía.
El último en saltar a la palestra, este jueves, fue David Eatock, de 40 años, ex jugador del Newcastle, que señaló a George Ormond, un respetado entrenador de categorías inferiores que acabaría siendo condenado a 6 años de cárcel por delitos de este tipo.
Para Eatock, la cantidad de llamadas a la línea para víctimas es sólo la punta del iceberg: "hay muchos más que no han llamado", dijo en la BBC.
Tres clubes de la Premier y otros históricos
Tres clubes de la Premier League se han visto nombrados en el escándalo, el Chelsea, el Mánchester City y el Stoke City. También otros clubes históricos, como el Crewe Alexandra, el Newcastle, el Leeds United, el Blackpool, el Peterborough United y el Cambridge United.
El Chelsea anunció el miércoles que contrató a un bufete de abogados para que investigue si uno de sus empleados en los años 1970, hoy fallecido, abusó sexualmente de jugadores jóvenes, después de que la prensa revelara que alcanzó un acuerdo económico sustancial para que no llegaran a juicio las acusaciones contra un antiguo ojeador del club, ya fallecido, Eddie Heath, que trabajó en el club londinense de 1968 a 1979.
Este jueves, The Times afirmó que un antiguo jugador de categorías inferiores reclama una indemnización millonaria al Mánchester City alegando que los abusos destruyeron su carrera.
¿Cómo es posible que nadie lo supiera?
El diputado Damian Collins, presidente del Comité parlamentario de deportes, cultura y prensa, dijo a la AFP que la Federación inglesa (FA) y los clubes tienen una cultura de eludir el problema.
"La imagen que está emergiendo es que la gente del fútbol no abordó los abusos", explicó.
La BBC reveló el miércoles que la FA eliminó en 2005 un programa de protección a los menores que llevaba sólo dos años funcionando, y el periodista que hizo un documental en 1997 denunciando la situación afirmó que el órgano de gobierno del fútbol dispuso de un informe con 250 nombres de perpetradores de abusos.
El presidente de la Federación Inglesa (FA), Greg Clarke, dijo no saber si hubo encubrimiento, pero no amagó el alcance del caso: "es sin duda la peor (crisis) que recuerdo", afirmó a Sky News.
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