Escáner a la odisea europea de Matías

Es uno de los grandes talentos del fútbol chileno. Como tantos otros, partió al extranjero en busca de un salto de calidad, aunque su trayectoria ha tenido altibajos. Matías Fernández lleva 10 años jugando en el balompié de élite, militando en competencias superiores, pero el análisis común que se realiza es que no ha podido repetir las campañas que lo catapultaron a ser el mejor de América en 2006. ¿Cómo son los números del mediocampista en el Viejo Continente? La siguiente es una radiografía al tránsito del volante por España, Portugal e Italia.

31 de agosto de 2016. Último día del libro de pases europeo del año pasado. Su llegada al Milan fue tan sorpresiva como relevante. Se constituyó en el primer nacional en militar por los rossoneros, pero su estancia en uno de los grandes de la Serie A pasó desapercibida. Le tocó llegar en una época movida para la institución, alejada de las luces de antaño, carente de éxito y encubando la salida del magnate Silvio Berlusconi del control. La presencia de Vincenzo Montella en la banca fue clave para su arribo, ya que coincidieron en la Fiorentina, aunque los números no lo acompañaron. Apenas tuvo 653 minutos en 13 partidos. Debió volver a Firenze.

"Con Montella en la Fiore jugó bien, pero en el Milan no tuvo suerte, por problemas físicos, jugó pocos partidos. Era un Milan que no tenía perspectiva, no tenía una idea, clasificó para la Europa League, pero en una temporada extraña. Era el final de un proyecto. En este verano (europeo) cambió todo, entonces Montella no tuvo la oportunidad de confirmarlo. El club pedía novedades; él no estaba en contra (de que siguiera) pero no tenía fuerza para pedir su confirmación", asegura Carlo Laudisa, de La Gazzetta dello Sport. En San Siro alcanzó su único título en Europa, la Supercopa italiana 2016.

Una de las principales conclusiones que se pueden extraer analizando las estadísticas de Fernández es una drástica disminución de su poder anotador, una faceta que tuvo su máxima expresión en el 2006, el mejor año de su carrera. Ese año, con Colo Colo, convirtió en 39 oportunidades (14 en el Apertura, 15 en el Clausura, nueve en la Copa Sudamericana y uno por la Libertadores). Precisamente, su efectividad también le ayudó a ganar el premio al Mejor Jugador de América en ese curso. Pero en Europa la historia es otra. En sus 11 temporadas suma apenas 34 anotaciones.

Como goleador, sus mejores campañas en el extranjero fueron en Portugal, pero a otros niveles. Hizo siete tantos en las campañas 2010-2011 y 2011-2012 con el Sporting de Lisboa. Aunque no ganó nada con los Leones, dejó un grato recuerdo. De hecho, fue ovacionado cuando volvió al estadio José Alvalade para un amistoso jugando por la Fiorentina, a fines de julio. Una de las razones que se pueden esgrimir es que paulatinamente fue retrocediendo en la cancha, mutando desde ser un 10 clásico hacia un volante mixto, desempeñándose en la mitad del campo o abierto.

Otra cosa que llama la atención, por su cartel de figura, es la cantidad de titularidades que tiene. Desde su debut en el Villarreal, el 7 de enero de 2007 (derrota con el Valencia por 0-1) ha jugado 351 partidos, de los cuales 217 los empezó desde el inicio, desglosados así: 46 en el Submarino Amarillo, 80 en el Sporting, 83 en la Fiore y ocho en el Milan. En otras palabras, en Europa ha sido estelar en el 62 por ciento de los partidos disputados, un porcentaje bajo para un jugador de su categoría.

Lo más reciente de Fernández fue su participación en el Trofeo Santiago Bernabéu, ante el Real Madrid, el miércoles. Fue uno de los 14 cambios del DT Stefano Pioli (sí, 14). Hoy tiene su chance de jugar oficialmente, ante la Sampdoria, por la segunda jornada de la Serie A. Quizás sea el momento de enderezar una historia que arrancó brillante, pero fue apagándose en el camino.