Escáner revela secretos de momia de 2.500 años de antigüedad




Un grupo de científicos examinó con un escáner a una momia de más de 2.500 años de antigüedad, que se cree fue un sacerdote egipcio, para determinar cómo murió, qué fue enterrado con él y cuál era su aspecto físico.

En un laboratorio de la facultad de medicina de la Universidad de Stanford, la momia Irethorrou yacía envuelta en lino mientras los científicos la observaban desde cerca. El escáner rotó por encima de todo su cuerpo, empezando por los pies, y captó imágenes de rayos X que aparecían en los computadores de la sala.

Las imágenes, que mostraban una estructura de huesos bien preservada, fueron después manipuladas para generar imágenes tridimensionales que mostraban un esqueleto más completo.

La sofisticada tecnología de escáner permite a los científicos aprender más sobre la momia de 1,5 metros sin estropear su tejido.

"Se empiezan a ver detalles relacionados con paleopatología, las enfermedades que quizá sufrió el individuo, y también el estilo de momificación y las técnicas", dijo el doctor Jonathan Elías, director del Consorcio de Estudios de Momias de Akhmim, que dirige los escáners de momias y archiva las investigaciones.

Las imágenes digitales también serán útiles para enseñar anatomía a todo el mundo, desde niños pequeños a estudiantes de medicina, dijo Paul Brown, profesor en el departamento de Cirugía de Stanford.

"Seremos capaces de ver cada hueso del cuerpo, ver si hay fracturas...cualquier artefacto", señaló. "Es una momia, así que el interés es aún mayor".

La momia Irethorrou pertenece a los Museos de Bellas Artes de San Francisco. La momia fue encontrada en el cementerio de Akhmim, en la margen oriental del Nilo. Elías señaló que Akhmim fue una importante capital provincial y el lugar de uno de los mayores templos de Egipto.

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