Escasa reacción en Gran Bretaña por alta presencia extranjera en máximos ejecutivos de BP

"A los inversionistas británicos sólo les importa una cosa, una sola cosa", dijo Matthew Gwyther, director de la revista Management Today, "y ella es el precio de las acciones".




Su presidente es sueco, una creciente porción de sus ingresos provienen de Rusia y su nuevo director general habla con acento estadounidense. La compañía conocida alguna vez como British Petroleum parecería ser menos británica.
 
El nombramiento que hizo BP del estadounidense Robert Dudley, actual director administrativo, como nuevo director general en reemplazo del británico Tony Hayward prácticamente no generó reacciones negativas en Gran Bretaña. Los políticos y el público británicos parecen no darle importancia.
 
"A los inversionistas británicos sólo les importa una cosa, una sola cosa", dijo Matthew Gwyther, director de la revista Management Today, "y ella es el precio de las acciones
 (…) Si el precio de las acciones puede ser fortalecido colocando a un estadounidense a cargo, eso es bueno en lo que a ellos respecta", agregó.
 
Las propiedades y los inversionistas de BP se han vuelto cada vez más estadounidenses con el paso de los años (es el mayor productor de crudo y gas en Estados Unidos), pero no todo el mundo está tan tranquilo con el cambio marcado por el ascenso de Dudley.
 
Tom Bower, autor de "The Squeeze: Oil, Money and Greed in the 21st Century" ("La extorsión: petróleo, dinero y avaricia en el siglo 21"), dijo que el nombramiento de Dudley es evidencia de que BP no pudo encontrar a un líder británico para suceder a Hayward. "Lo que esto nos muestra es que existe una carencia de talento británico dentro de BP, y dentro de las compañías públicas británicas", dijo Bower.
 
Las acciones de BP fueron estimuladas por la anticipación de la salida de Hayward, pero cayeron tras el anuncio del nombramiento de Dudley y la noticia de que BP vendería US$30.000 millones en bienes para ayudar a pagar los costos del derrame en el Golfo de México.
 
Hoy, los títulos de la compañía bajaban menos de 1%, en US$6,27, en la Bolsa de Valores de Londres. En Nueva York habían perdido 23 centavos, menos de 1%, y se ubicaban en US$37,77 en las transacciones de la tarde.
 
Los negocios y el patriotismo tienen a menudo una relación difícil, y muchos países batallan para definir qué tan lejos deben ir en la protección de partes de sus economías de la inversión extranjera. Estados Unidos, por ejemplo, prohibe que extranjeros controlen sus aerolíneas, mientras que Francia protege sectores como el de defensa.
 
Pero los gobiernos británicos tradicionalmente han elogiado la economía del país como una de las más abiertas en el mundo, imponiendo pocas restricciones al control extranjero de firmas británicas. Más de 40% de las empresas listadas en Gran Bretaña son propiedad extranjera, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísicas, entre ellas Jaguar Land Rover y la tienda Harrods.

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