Escrutinio especial busca resolver crisis electoral en Honduras

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El Tribunal Supremo Electoral anunció conteo de más de un millar de actas de los comicios del domingo pasado.




Una semana ha pasado desde las elecciones presidenciales en Honduras y el ambiente se mantiene inestable en las calles. Violentas protestas han acompañado a las denuncias de fraude realizadas por el candidato presidencial de la Alianza de la Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, en contra del actual mandatario, Juan Orlando Hernández.

En este escenario, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) anunció ayer que iniciaría durante la jornada un escrutinio especial por las más de mil actas inconsistentes que han impedido definir al nuevo presidente electo. Este recuento se había pospuesto desde el jueves debido a que la oposición exigía el recuento de 5.179 actas y no solo el millar que el TSE se aprestaba a revisar durante la jornada.

En Honduras no existe el balotaje, por lo que gana el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos en la primera vuelta. Ello explica la tensión que se ha generado ante la posibilidad de un "fraude" electoral, como denuncia la oposición.

El TSE inició a las 15.00 de ayer el conteo de votos de 1.031 urnas, según señaló el presidente del organismo, David Matamoros. Los representantes de Nasralla no asistieron a la revisión de las actas, insinuando que no reconocerían el recuento. "No estamos participando en la revisión de esas 1.000 actas porque no sabemos de donde salieron, son actas robadas, no nos van a robar el triunfo", dijo el propio Nasralla, quien pidió que se convoque a una nueva elección.

La Misión de Observación Electoral de la OEA solicitó ayer a los dos candidatos que se disputan la Presidencia de Honduras que "actúen de manera responsable", y señaló la importancia de que el escrutinio especial de más de mil actas inconsistentes sea observado por diversos sectores, indicó el ex Presidente de Guatemala Álvaro Colom en una conferencia de prensa.

En medio de estos llamados, la Alianza de Oposición contra la Dictadura realizó dos manifestaciones en rechazo al presunto fraude electoral en dos de las principales ciudades del país, Tegucigalpa y San Pedro Sula, urbes donde las personas vistieron de blanco junto a una rosa en la mano, según consignó el diario El País.

El gobierno decidió el viernes decretar estado de sitio por 10 días, prohibiendo la libre circulación de personas. A pesar de ello, la noche del sábado estuvo marcada por cacerolazos que se extendieron por todo el país, evidenciando así el descontento ciudadano contra el actual mandatario y candidato por la reelección, Juan Orlando Hernández.

En alusión a estas manifestaciones, el abogado de DD.HH. y director ejecutivo de la ONG C-Libre, Edy Tábora, dijo a La Tercera que "no es solo una cuestión referente al fraude electoral, también es un rechazo desde que se implementó en el país la reelección presidencial" (ver entrevista).

Según medios hondureños, las movilizaciones iniciadas el miércoles habrían dejado un saldo de siete fallecidos, una veintena de heridos y más de 500 detenidos por violar el toque de queda.

Durante jueves y viernes las movilizaciones ya se habían extendido en todo el país, generando saqueos en centros comerciales y quema de edificios públicos.

El último cómputo registrado en el sitio del TSE indica que Hernández estaría a la cabeza con el 42,91% de los votos, mientras que Nasralla sumaría 41,44%, con el 94,76% de las mesas electorales escrutadas.

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