España busca distanciarse de Franco y Congreso exige sacar sus restos del Valle de los Caídos

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Por iniciativa del PSOE el pleno debatirá hoy la exhumación del cuerpo del dictador. Desde 2007 se ha ordenado la eliminación de símbolos que recuerden el franquismo.




Apenas cuatro días duró la estatua de Francisco Franco en la explanada del barrio del Born, en Barcelona. En octubre de 2016, a la famosa figura del ex gobernante, decapitada en 2013, le lanzaron huevos, le tiraron cerveza, le pusieron una cabeza de cerdo, otra de yeso con labios pintados, le amarraron una bandera homosexual y finalmente la derribaron. La que sería una exposición para recordar y "nunca olvidar" una de las épocas más oscuras de España se transformó en un espectáculo. La escultura, que mostraba a Franco (quien gobernó entre 1939-1975) sobre un caballo, tuvo que ser retirada por la alcaldía local.

Pese a que hablar de Franco aún genera divisiones en la sociedad española, a lo largo de los años diferentes gobiernos han buscado alejarse de cualquier imagen que pueda recordar al franquismo, como ha ocurrido con las estatuas.

Pero hoy el pleno del Congreso irá más allá, al solicitar al gobierno de Mariano Rajoy, a través de una Proposición no de Ley (PNL) presentada por el opositor Partido Socialista Obrero Español (Psoe), exhumar los restos de Franco del Valle de los Caídos, donde se encuentra su tumba.

La petición, que se espera sea aprobada, tiene una profunda carga simbólica y política, ya que las PLN son propuestas que no tienen carácter de ley y no son vinculantes. Estas pretenden presionar al gobierno de turno a realizar una acción concreta o mostrar la opinión mayoritaria del Congreso.

En marzo, la Comisión Constitucional, junto con el respaldo de los partidos Unidos Podemos, Ciudadanos, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Bildu, ya habían dado luz verde a la proposición. En ese entonces, el gobernante Partido Popular (PP) votó en contra.

La iniciativa del Psoe solicita que el Valle de los Caídos, donde junto a los restos de Franco se encuentran enterrados más de 30.000 combatientes de la Guerra Civil (1936-1939), -muchos de ellos que se encontraban en fosas comunes- deje de ser un sitio de "memoria franquista y nacional católica" y se convierta en un "espacio para la cultura de la reconciliación, la memoria colectiva democrática y la dignificación y reconocimiento de las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura".

Además de la exhumación y reubicación de Franco, también se pide que se realice el mismo procedimiento con José Antonio Primo de Rivera, fundador del partido de ideología fascista Falange Española.

El debate en torno a la figura de Franco data de años atrás. En 2007, el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2011) aprobó la Ley de Memoria Histórica, que estableció ayudas para las víctimas del franquismo, admitió como injustos juicios políticos durante esa época y ahondó la búsqueda de fosas comunes.

La ley ordenó entonces que los funcionarios municipales removieran símbolos públicos referentes a Franco, tales como escudos, placas, estatuas, y llamó a renombrar calles bautizados con su nombre o el de generales que lucharon bajo sus órdenes. En 2011, una comisión de expertos encargada por el gobierno señaló que debía ser levantada la tumba de Franco con el objetivo de ser exhumado para luego entregar los restos a su familia.

Aquello no se concretó en ese momento, ya que ese año, Rajoy llegó al gobierno. En 2012 el mandatario redujo los presupuestos enfocados a la Ley de Memoria y eliminó la oficina encargada de coordinar las exhumaciones.

Ahora, los socialistas esperan, además, que se cree una Comisión de la Verdad para determinar las violaciones a los derechos humanos durante la Guerra Civil y la dictadura. También buscan crear "bancos de ADN" para aclarar el paradero de los desaparecidos. El Psoe espera que todos esos puntos tengan un pronto debate.

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