Especial verano 2010: Playas llenas de vida para este verano
<img style="padding-bottom: 0px; margin: 0px; padding-left: 0px; padding-right: 0px; padding-top: 0px" alt="" width="81" height="13" src="https://static-latercera-qa.s3.amazonaws.com/wp-content/uploads/sites/7/200910/550385.jpg" /> Cada una tiene su sello: mientras en la costa mexicana de Oaxaca se dan cita los amantes de las olas altas y el surf, en Bombinhas el snorkeling atrae a las familias y en José Ignacio (Uruguay) se conjugan el estilo y el buen gusto.
1. ZICATELA, COSTA DE OAXACA, MEXICO
Un sitio ideal para los surfistas
La costa de Oaxaca, en el Pacífico mexicano, queda a unos 600 km al sureste del DF, México. Son unos 450 kilómetros donde zonas como Huatulco -con sus hoteles all inclusive y 36 playas-, Zipolite - con su onda hippie- y Mazunte poco a poco agarran prestigio. Un caso particular es Zicatela, en Puerto Escondido, pequeña y famosa sólo entre los surfistas de todo el orbe que vienen a comprobar la fama de tener algunas de las mejores olas del mundo, de hasta seis metros (los amantes de este deporte descubrieron el potencial del lugar en los 70, cuando no había más que vegetación). De hecho, en agosto y noviembre se realizan dos importantes campeonatos, además del Mexpipe Challenge Surf Carnaval de febrero -con desfiles y conciertos- y de un divertido concurso Miss Bikini. Quien no surfea, puede tomar clases.
Aquí el clima es caluroso y húmedo todo el año (de hecho hay mosquitos, sobre todo en horas de la tarde, por lo que se aconseja llevar repelente). La textura de su arena fina y grisácea y pendientes rocosas la diferencian del resto de las caletas. Como en todo sitio frecuentado por surfistas, las noches son largas y encendidas. A los largo de la Av. del Morro hay numerosos cafecitos y bares que comienzan a llenarse desde antes de la puesta del sol y, cuando el ambiente está encendido, hasta que vuelve a salir. Para dormir, la mayoría de los sitios son sencillos, cabañas y pensiones a bajos precios, las más caras cuestan $ 45.000 diarios en temporada alta y tienen piscina. (www.bungalowszicatela.com.mx).
2. BOMBINHAS, SUR DE BRASIL
Refugio perfecto para la familia
Bombinhas no aparece en comerciales ni campañas de turismo masivas, sin embargo, según Santur (Secretaria de Turismo de Santa Catarina) 80 % de sus visitantes llegó hasta acá por recomendación de amigos o familiares. El boca a boca le da resultados: desde el 2002 esta playa del sur de Brasil aparece todos los años entre las 10 mejores playas elegidas por los lectores de la revista Viagem, una de las más leídas de ese país. Es, además, la única de toda la zona de Santa Catarina.
Está a 80 km. al norte de Florianópolis (vuelos vía Sao Paulo y directos de LAN en verano) y es ideal para familias que buscan variedad de entretención en un solo lugar. Es una pequeña península con 26 playas para todos los gustos. Por ejemplo, Quatro Ilhas destaca por su bahía de aguas templadas y color verde. Retiro dos Padres o Sepultura permite arrendar snorkels junto a los hijos y seguir peces. Bombinhas es la más popular de todas y recibe gran parte de los 130 mil turistas anuales de la zona. En el verano puede resultar algo difícil estirar la toalla debido a la cantidad de gente, pero nadie se hace problema. Las aguas de Bombinhas son las mejores para la práctica del buceo en el sur de Brasil y hay decenas de posadas y cabañas, desde $ 35.000 diarios a $ 80.000 (www.bombinhasonline.com).
3. JOSE IGNACIO, URUGUAY
Buen gusto, a un paso de Punta del Este
A 40 km y a sólo media hora de Punta del Este, este balneario tiene un nombre de moda. Y lo es. Top, chic, vip y una infinidad de adjetivos podrían servirle de apellido. Pese a ello, en José Ignacio impera el buen gusto. Por eso se ha convertido en refugio del jet set argentino y de estrellas que se han dejado caer: desde Naomi Campbell, Sharon Stone, Luciano Benetton y hasta Shakira han llegado al lugar, seguramente tras leer en el New York Times dos artículos que generaron una avalancha de solicitudes de extranjeros por comprar terrenos.
Bellas casas de madera (de arriendos que pueden superar los mil dólares diarios) se mezclan con otras del mismo material levantadas por lugareños. De hecho, en sus inicios José Ignacio fue una villa de pescadores, quienes hoy se concentran en la playa Mansa, con sus típicos botes color naranja.
El pueblo es tranquilo, ya que una ley prohíbe edificios, carteles de "se arrienda", discotecas, grandes supermercados y todo lo que atente contra la vida pueblerina. Su playa en verano, por el contrario, se llena de paradores y decks donde marcas de celulares y cervezas pasean a modelos y famosillos.
La mayoría de los visitantes viene por el día desde Punta del Este. Si quiere quedarse, no son muchas las opciones, y cuestan entre 100 y 250 dólares la habitación doble, con desayuno. La Posada del Faro (www.posadadelfaro.com), Posada Azul Marino (www.azulmarino.com.uy) y Posada Paradiso (www.posadaparadiso.com), son algunas alternativas. Arriendos en www.alquilo.com.uy.
Una gran atracción del lugar es su gastronomía, destacando el Parador la Huella -"el" lugar donde ver y dejarse ver (hay sushi y verduras al wok), Los Negros, Popeye y Marismo, el sitio ideal para una cena romántica (y cara) con platos desde US$ 20.
Bajo el sol
1. Medidor portátil de rayos UV. Basándose en el tipo de piel y el factor de protección a usar, calcula tiempo de exposición adecuado. US$ 40. www.gadgetshop.com
2. Protector iPod con parlantes. Para proteger el iPod en la playa del agua y la arena. www.atlanticego.com
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