Estado Islámico impone un "contrato social" a los habitantes de su bastión en Siria

El grupo radical Estado Islámico (EI) ha impuesto "un contrato social" a los habitantes de la localidad de Al Raqa, su bastión principal en Siria, con una serie de restricciones, que fue publicado hoy en internet.

En el texto, que han bautizado como "documento de la ciudad", los extremistas afirman que "es la era del Estado Islámico y el reino de su imán, Abu Bakr al Bagdadi". 

El contrato contiene trece puntos en que los extremistas reiteran que está prohibida la venta y el consumo de alcohol, drogas y tabaco en el califato y exigen que las mujeres vistan de "forma modesta y ropas holgadas". 

El documento agrega que "las mezquitas son la casa de Alá y la santidad", donde todos los musulmanes deben rezar juntos, y destaca que el EI está en contra de "templos y santuarios politeístas".

También prohíbe "los consejos y agrupaciones de cualquier tipo y bajo cualquier emblema" que no pertenezcan al califato. 

Explica que los fondos que estaban en manos del Gobierno "safavid", en referencia al Ejecutivo iraquí, han vuelto "a la casa de las finanzas musulmanas" y al califato, que se encarga de supervisarlo por el "interés" de los fieles.

El texto subraya que "aquel que extienda su mano sobre esos fondos e intente saquearlos" será juzgado ante un tribunal islámico y será castigado.

Por otro lado, alerta contra aquellos que estén tentados a "desviarse" y regresar a las filas del régimen sirio o el iraquí, aunque, afirma, dirigiéndose a policías y soldados, que tienen "la puerta del arrepentimiento abierta". 

"Veréis la diferencia entre un Gobierno aconfesional y apóstata y el califato del derecho y la dignidad", indica el documento.

Y anima "por orden de Alá todopoderoso, a la comunidad y la coalición a que renuncien a las disputas" y se unan a la yihad del EI. Aunque el comunicado no lo aclara, el EI podría referirse en este punto a la Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora del país.

El EI proclamó a finales de junio un califato en partes de Irak y Siria, donde ha tomado amplias zonas de territorio.