Estado Islámico resiste ataques y quema planta de azufre en Irak
La quema de las instalaciones al sur de Mosul provocaron una columna de humo tóxica que dejó a dos personas muertas.
En un intento del "Estado Islámico" (EI) de resistir a la ofensiva que las fuerzas iraquíes, kurdas y de la coalición internacional -liderada por Estados Unidos- están llevando a cabo en Mosul, el grupo yihadista incendió ayer una fábrica y un almacén de azufre pertenecientes al yacimiento de Al Meshraq, en la zona de Al Qayara, unos 55 kilómetros al sur de esa localidad.
El alcalde de Al Qayara, al sur de la urbe, Saleh al Yaburi, informó a la agencia EFE que el incendio en la fábrica y el almacén causó la emisión de "gases venenosos" y provocó "asfixia a los habitantes de las zonas cercanas". Según la cadena BBC, cientos de personas estaban siendo tratadas por los efectos de los gases. Mientras que la agencia Reuters informó que otras mil personas estaban siendo tratadas por problemas respiratorios. Los soldados estadounidenses que se encontraban en una base cerca de Mosul usaban máscaras antigases, debido a que la columna de humo estaba llegando a sus instalaciones.
El comandante iraquí. Qusay Hamid Kadhem, dijo a la agencia France Presse que dos civiles habían muerto por los gases y que "muchos otros" estaban heridos.
Por otro lado, fuentes de inteligencia dijeron a la cadena CNN, que el EI había reunido y matado a 284 hombres y niños en Mosul, uno de los mayores bastiones del grupo yihadista en Irak. Además, esas personas habían sido usadas como escudos humanos durante la ofensiva de las fuerzas iraquíes y de la coalición internacional. Los cuerpos fueron lanzados a una fosa común en la ya cerrada Escuela de Agricultura.
Por otro lado, las fuerzas iraquíes combatían seguían combatiendo ayer en Kirkuk (ubicada 150 kilómetros al sureste de Mosul) por segundo día consecutivo con los yihadistas del EI, que atacaron el viernes esta ciudad causando al menos 46 muertos. La ciudad controlada por los kurdos seguía amenazada por atentados suicida y francotiradores del EI, lo que obligó a Bagdad a enviar refuerzos.
A nivel político aún no se resolvían las fricciones sobre quiénes jugarán un rol en la ofensiva contra el grupo yihadista en Mosul. El primer ministro de Irak, Haidar al Abadi, rechazó ayer la participación de Turquía.
En declaraciones difundidas por la televisión Al Iraquiya, Al Abadi negó que fueran correctas las informaciones que se publicaron el viernes sobre un eventual acuerdo entre Bagdad y Ankara en relación a un papel turco en la operación. Estas informaciones coincidieron con una visita a la capital turca del secretario de Defensa estadounidense, Ashton Carter, que ayer se encontraba en Bagdad, donde se reunió con el primer ministro iraquí.
Al Abadi subrayó que "la batalla de Mosul es iraquí y quienes la están llevando a cabo y la lideran son iraquíes". Por su parte, Carter dijo que Estados Unidos coopera con Irak desde hace años y añadió que Washington ayuda en la batalla de Mosul "a través de la coalición internacional" que lidera.
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