Estudiantes italianos protestan masivamente por recortes en educación
Miles salieron a las calles en rechazo al drástico plan de ajuste del presupuesto aprobado por el gobierno de Berlusconi.
Miles de estudiantes italianos salieron hoy a la calle para participar en unas 90 manifestaciones en las principales ciudades del país, en protesta contra los recortes en educación previstos por el drástico plan de ajuste del presupuesto aprobado por el gobierno de Silvio Berlusconi.
Los manifestantes -100 mil según los organizadores, 50 mil según la policía- no protagonizaron incidentes graves, aunque se registraron algunos momentos de tensión al margen de las marchas estudiantiles, convocadas por la Unión de Estudiantes y otras asociaciones del sector educativo.
La Unión de los Estudiantes denuncia que "el 40% de las escuelas no posee un certificado de idoneidad sísmica, el 47% de los jóvenes tiene un trabajo precario, el 29% de los jóvenes no tiene un trabajo y el gobierno ha recortado el 94,75% de los recursos para las becas".
"Bajamos a la calle para repetir una vez más nuestra negativa ante una política de continuos cortes a la formación y de reformas que nos llegan desde arriba: desde el año pasado, hemos opuesto a todo ello no sólo la fuerza de nuestra 'no' sino también y sobre todo la fuerza de nuestras propuestas", puntualizaron.
JORNADA
La jornada de movilización comenzó en Roma, donde un grupo de manifestantes se concentró temprano frente a Palazzo Chigi, sede del gobierno, para hacer sonar numerosos despertadores, en un gesto simbólico para subrayar la necesidad que el ejecutivo "se despierte" y atienda sus reivindicaciones.
En la capital, los estudiantes lanzaron petardos y bombas de humo, bloquearon el tránsito en varias calles y prosiguieron su marcha de protesta más allá del recorrido autorizado por las autoridades municipales, paralizando los autos en el Lungotevere, la avenida que bordea el río Tíber, en el corazón de la ciudad.
Luego de haber lanzado huevos y globos llenos de pintura contra vehículos de la policía y efectuado una parada ante la sede del ministerio de la Instrucción, coreando consignas contra la ministra Mariastella Gelmini, los manifestantes concluyeron su protesta con un breve bloqueo de la estación ferroviaria de Roma-Ostiense.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, se quejó por las dificultades creadas por las manifestaciones, alegando que es necesario respetar "reglas compartidas, que garanticen el derecho a la protesta pero también el derecho a la movilidad".
En Milán, al grito de "La deuda no la pagaremos nosotros", un grupo de estudiantes intentó irrumpir en la sede italiana de la agencia de rating Moody's, que hace pocos días rebajó su estimación de la deuda soberana italiana, pero fue alejado por la policía antimotines.
La movilización de los estudiantes italianos, a su vez, busca crear un nexo tanto con la de los "indignados" españoles como con la de los activistas estadounidenses que comenzaron su protesta en Wall Street y luego la ampliaron a muchas ciudades del país.
Es así que la Unión de Estudiantes anunció que "con las protestas de hoy comienza una extraordinaria temporada de movilización", que proseguirá mañana con manifestaciones de los empleados públicos, el 12 de octubre con una iniciativa frente a la sede del banco central y el 15 con la jornada mundial de protesta convocada por los "indignados" españoles.
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