Estudio dice que cambios laborales en la última década restringieron el trabajo
Desde 1990 los gobiernos de turno han impulsado al menos tres grandes reformas al Código del Trabajo. Sus defensores aseguran que el Estado debía restituir e imponer derechos en busca de equidad social. Los detractores, sin embargo, advierten que en la práctica el daño fue mayor que los beneficios. Pero, ¿cuánto ganó o perdió el mercado laboral chileno con las modificaciones a la norma? Según un estudio de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), el 57% de los cambios realizados en la última década encareció y rigidizó la administración de personal; sólo un 15% logró los objetivos de fomento al empleo y capacitación.
El informe analizó un total de 32 cambios a la legislación laboral efectuados entre septiembre de 1999 y junio de este año. Luego, se agruparon en siete categorías -aumento de costos directos de planilla; alza de costos operacionales; rigidez para contratar y despedir; rigidez en manejo de jornada y turnos; flexibilidad, capacitación y empleo, y fomento a la ocupación. Se plantea que el 27% de las reformas terminó elevando el costo de la planilla para el empleador; otro 12%, el costo operativo de las empresas.
Entre los cambios relevantes que elevaron el costo en personal se mencionan el aporte por parte del empleador a la cotización en el seguro de cesantía de sus trabajadores, dispuesto con la creación de dicho instrumento en octubre de 2002 (cargo para el empleador del 2,4% de la remuneración imponible por cada trabajador con contrato indefinido y de 3% en contratos a plazo fijo, obra o faena). También figura, desde 2005, el aumento de uno a cinco días del permiso paternal por nacimiento de un hijo. Se menciona asimismo la extensión del beneficio de la semana corrida a los contratos con renta variable, que comenzó a regir desde enero de 2009. El costo extra para las empresas se estima en cerca de un 2% de la planilla.
La obligación para las empresas con más de 100 trabajadores de pagar el seguro de invalidez y sobrevivencia del personal, dice la CCS, equivale a 1,87% del costo total de la planilla.
¿Y LA FLEXIBILIDAD?
La CCS concluye que del total de las reformas, el 78% ha incorporado sesgos que inhiben la contratación de mano de obra y el restante 22% ha sido favorable a ésta.
En todo caso, reconoce que el 8% de las modificaciones fomentó el empleo y, otro 7%, la capacitación laboral. En este ítem destaca el acuerdo sobre protección al empleo firmado por el gobierno, la CPC y la CUT en mayo, para paliar el impacto de la crisis en el mercado laboral, aunque advierte sobre su carácter transitorio.
El texto también valora el Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales, de 2008, y el subsidio a la contratación de trabajadores de 18 a 25 años, que opera desde julio pasado.
Pero el desglose de los datos también muestra que el 22% de los cambios normativos rigidizó materias como la jornada laboral y la asignación de cargos y turnos. Aquí, el cambio más relevante fue la reducción de la jornada ordinaria de trabajo, desde 48 a 45 horas por semana.
El estudio añade que apenas un 7% de las modificaciones apuntó a introducir grados de flexibilidad al Código Laboral.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.