Estudio revela aumento en años de escolaridad de discapacitados

Camila Campos (17) nació con una enfermedad que impidió el normal desarrollo de su columna vertebral. Cuando terminó octavo básico comenzó a buscar liceos donde continuar sus estudios. Dio las pruebas de admisión, quedó entre las mejores de uno de estos establecimientos, pero después recibió un llamado: no la podían aceptar, le dijeron. Según Camila, "simplemente, no me quisieron recibir".

Tras esta experiencia, la joven se inscribió en el Instituto Tecnológico San Mateo, en Pudahuel, donde "me recibieron súper bien. No tenía problemas con los compañeros y siempre estaban dispuestos a ayudarme". Con ese apoyo, Campos terminó el año pasado cuarto medio, con promedio 6,2.

Su caso no es aislado. Según datos de la Subsecretaría de Evaluación Social, que depende del Ministerio de Desarrollo Social, en los últimos 15 años se ha registrado un aumento en la escolaridad regular de las personas con discapacidad.

En 1996, un 45,8% de las personas en esta situación no había terminado la educación básica. En 2011, un 38,8% de discapacitados no había alcanzado esta meta, lo que implica una mejora de siete puntos porcentuales.

En este mismo sentido, también ha habido un aumento en las personas con educación técnica completa: actualmente, el 23,4% cuenta con ese grado académico.

Estos niveles educacionales se producen en un escenario donde -según datos de la Casen 2011- un 6,3% de la población presenta algún grado de discapacidad física o mental.

El ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, señala que "las razones de que esta brecha se esté acortando es que, durante las últimas décadas, se han enfatizado las políticas públicas de integración educacional".

Añade que "destacan los programas provenientes del Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis), que financian proyectos para niños y adultos de escasos recursos, para su ingreso al sistema escolar o para la continuación de estudios en todos los niveles".

Actualmente, existe un total de 13 mil colegios con proyectos de integración. En este sentido, Lavín recalca que, "como ministerio, estamos impulsando medidas como un fondo concursable para proyectos de inclusión educativa, que contempla financiamiento para infraestructura y acompañamiento para instituciones y apoderados".

"Este año se repartirán $ 270 millones, entre los proyectos seleccionados", enfatiza.

Otra de las políticas de inclusión que se está implementando es la entrega de becas. Según información del Ministerio de Educación (Mineduc), este año se entregarán 300 de estos beneficios para la educación superior, destinados a jóvenes de los tres primeros quintiles. Estos sólo deberán cumplir con el requisito de tener un promedio sobre 5,0 en la enseñanza media.

También habrá 100 cupos para la Beca Bicentenario, que cubre la totalidad del arancel de referencia. Además, el Mineduc adjudicó cerca de $ 400 millones a 15 proyectos de inclusión.

De manera general, los jóvenes con discapacidad tienen, en promedio, 9,2 años de estudios, tres menos de los 12 obligatorios.

Según datos de Desarrollo Social, los años de escolaridad dependen del tipo de discapacidad, siendo los más segregados los que presentan dificultades mentales. En ese caso, hay, en promedio, seis años menos de estudios, mientras que una persona que tiene dificultad auditiva