Ex presidente de Liberia admite que exhibió cráneos de enemigos

Charles Taylor, que se le juzga en La Haya por su responsabilidad en la guerra civil de Sierra Leona, reconoció que "no pensaba que ese simbolismo fuese tan malo".




El ex Presidente liberiano Charles Taylor, reconoció hoy en el  tribunal de crímenes de guerra que juzga los delitos cometidos en la guerra civil de Sierra Leona, que no veía nada de malo en haber exhibido los cráneos de combatientes enemigos en las calles de Monrovia, cuando sus fuerzas rebeldes entraron en el país durante una revolución en 1989.

La invasión de Liberia y su ascenso al poder, fue preludio de la participación en la brutal guerra civil acaecida en la vecina Sierra Leona (1991-2002)por la que ahora se le acusa de once cargos de crímenes de guerra y de lesa humanidad.

Taylor se declaró inocente de todos los cargos ante el Tribunal Especial para Sierra Leona.

El antiguo mandamás de Liberia no es juzgado por delitos en su país, pero su testimonio parecía dirigido a rebatir las denuncias relativas a que los rebeldes respaldados por él en Sierra Leona, usaron tácticas de terror, incluyendo amputaciones sistemáticas para intimidar a la población.

Taylor desestimó esas denuncias, calificándolas de mentiras y rumores.

RECONOCIMIENTO
Aprovechó el tercer día de testimonio para rebatir algunas de las pruebas más horrendas de la fiscalía, de que sus combatientes en Liberia colgaron vísceras humanas en vallados callejeros y exhibieron cabezas humanas sobre postes para aterrorizar a los civiles locales y los soldados del ejército liberiano. El acusado lo negó.

Uno de sus ex comandantes, que prestó testimonio para la fiscalía, Joseph "Zigzag" Marzah, dijo que Taylor autorizó escenas como aquéllas. Taylor replicó que era "una mentira flagrante, diabólica".

Pero el ex Presidente, de 61 años, admitió que se exhibieron cráneos de soldados liberianos como símbolo de muerte y advertencia a que acataran las órdenes de los revolucionarios.

Taylor, que obtuvo un título en economía en una universidad estadounidense, dijo haber visto imágenes de cráneos usadas en muchas "organizaciones fraternales" y universidades occidentales.

"Eran cráneos de enemigos y no pensamos que ese símbolo fuese nada malo", afirmó. "No lo consideré un error de juicio. No ordené su remoción".

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