Ex técnico de Tomás González: "La gimnasia le interesa a la gente gracias a mi trabajo"

Después de un año, el cubano Yoel Gutiérrez habla por primera vez del quiebre de su exitosa sociedad con el gimnasta. "Optó por trabajar de forma más placentera", dice.




Antes de comenzar el entrenamiento, Tomás González y su técnico, Yoel Gutiérrez, se sentaron a un costado de la colchoneta. Con los ojos llorosos, González le entregó una carta. En ella le daba las gracias por los años de trabajo, pero le comunicaba que tenía nuevos objetivos en su carrera y que ya no seguiría siendo su entrenador. Se dieron un abrazo y entrenaron por última vez. Al irse, Gutiérrez le dejó su plan de entrenamiento para los primeros meses de 2013.

Así recuerda el técnico cubano su último contacto con el gimnasta  que entrenó desde 2007. Ha pasado más de un año desde su ruptura y el entrenador cubano ya logró cerrar esa etapa, pese a la sorpresa inicial y la rabia que sintió por varios meses. "Así es la vida. Luego vi que fue para mejor, tanto para él como para mí. Si hubiera seguido, jamás estaría con el proyecto que tengo ahora", manifiesta Gutiérrez, que habla por primera vez de este tema.

Su prioridad es la academia de gimnasia que inauguró en Chicureo esta semana y que estará 100% operativa en marzo. Pretende tener al menos 50 estudiantes, mayores de cuatro años. Así podrá proyectar la escuela y tener el tiempo para formar a un próximo gimnasta olímpico chileno.

¿Ha subido el interés por la gimnasia desde que llegó a Chile?

Se ha despertado un gran interés por la gimnasia en la gente gracias a los grandes resultados que he logrado con mi trabajo. Si hay resultados, los aspirantes se motivan y quieren estar en ese lugar, en el éxito. Yo luché por cambiar la imagen de la gimnasia y he cambiado la historia.

Muchos niños llegarán por el ejemplo de Tomás González. ¿Qué le provoca eso?

Mi labor es educar y aportar. tengo que estar por encima de situaciones personales. Yo construí un ídolo, lo dije desde el primer día y luché por ello. Lo conseguí porque el pupilo tenía los elementos técnicos básicos para lograrlo. No soy quien para quitar ese sentimiento que ahora tienen los niños.

¿Cree que hubiera logrado tanto como entrenador sin González?

Para un deportista sin un entrenador capaz se hace difícil lograr grandes resultados. Viaja en un camino sin rumbo en busca de algo inalcanzable. Para mí hubiera sido difícil, pero no imposible. El gimnasta más talentoso que yo he visto es Juan Raffo. Veníamos muy bien, pero pasó que hoy en día las condiciones no están dadas para desarrollar un trabajo.

¿Juan Raffo es más talentoso que Tomás González?

En cuanto a condiciones innatas, capacidades condicionales, fuerza, resistencia y velocidad, es él, pero el más capaz frente a los resultados es Tomás González.

Usted entendió que trabajaría con González hasta los Juegos Sudamericanos. ¿Hubo incumplimiento de un compromiso?

Es difícil ponerse en el lugar del otro. Se piensa en el éxito personal, pero no nos hemos detenido a pensar en el prójimo. Así es la vida. Cuando un gimnasta se convierte en ídolo, hay que protegerlo, porque así se protege a los niños que quieren ser campeones. Eso es lo que puedo decir.

¿Sigue molesto con González?

Mira, si esto no hubiera pasado, no tendría la academia. Nosotros trabajamos con mucho sacrificio y al final el pupilo optó por un camino más personal, en el cual pueda desarrollar sus últimos años de forma más placentera y donde los resultados se vean de una manera u otra. A mí me sirvió para ver muchas cosas, pero ya pasó. Hay un tema personal y otro profesional. De las emociones no hablo, porque dejaría de ser profesional. No se te puede nublar la razón.

¿No conversó nunca más con él?

Cada uno está muy ocupado.

¿No descarta que se hablen nuevamente?

No hay ningún problema. Si yo construí o diseñé a un campeón, cómo no voy a ser capaz de desearle lo mejor. Que nos vaya bien a todos. Es lo que puedo decirte.

¿Con qué recuerdo se queda?

El de un gimnasta disciplinado, muy respetuoso, obediente con los señalamientos que se la hacen, un caballero y el recuerdo más fuerte y el más bonito es que fui capaz de convertirlo en un león en las competiciones.

¿Tiene algún arrepentimiento?

¿Sabes por qué no? Porque todo lo hice con nobleza y amor, para proteger mi trabajo y a mi pupilo. No soy peleador ni conflictivo, pero  cuido lo mío. Y al final, el tiempo me ha dado la razón.

Los resultados no han sido igual de buenos que antes, entonces...

Eso se lo dejo a ustedes para juzgar. Ya no estoy. Cuando estuve, hablaba con toda razón. Ahora no voy a hablar nada, que hable el que esté. Ustedes juzguen. Por lo que sé, todo está muy bien ahora, todos están felices. Es lo que veo. Todo está perfecto.

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