Ex timoneles valoran desempeño de Vergara en presidencia del BC
Andrés Bianchi, Carlos Massad y Vittorio Corbo destacan complejo mix entre bajo PIB y alto IPC.
El miércoles 7 de diciembre, tres días antes de la fecha oficial, Rodrigo Vergara recorrerá los pasillos del Banco Central flanqueado por los funcionarios de la institución y saldrá por la puerta de Agustinas 1180 para poner fin a siete años en el Consejo del BC, cinco de ellos como presidente.
La gestión monetaria de Vergara al mando del organismo estuvo marcada por la sostenida desaceleración de la economía, que pasó de un PIB de 5,8% en 2011 a cifras bajo 2% este año, sumada a una rápida alza en la inflación, producto de un shock de precios que impulsó el IPC desde 0,9% anual en marzo de 2013 hasta 5,7% en octubre de 2017. Esto, en línea con la apreciación del tipo de cambio, desde $ 480 en 2013, hasta superar los $ 600 en 2014 e incluso ubicarse encima de $ 720 a fines de 2015. El fuerte incremento de precios, que sólo este año comenzó a ceder y que tiene la inflación bajo el 3% (2,8% en 12 meses) se traduce en que de los 61 meses en los que Vergara ha estado como presidente del BC, en 35 el IPC se ubicó sobre el rango meta de 2%-4%.
En sus cinco años como presidente, la tasa de política monetaria se movió 11 veces.
Más alla de los números, ex presidentes del instituto emisor evalúan positivamente el desempeño de Vergara en el instituto emisor, aprobando su manejo de la política monetaria y avalando su legado. Esto, destacando que pese al incremento del IPC, las expectativas inflacionarias a dos años (horizonte de política del BC) siempre se mantuvieron ancladas en 3%, lo que es un reconocimiento a la credibilidad en el manejo monetario.
Aprobación transversal
Vittorio Corbo, presidente del BC entre 2003 y 2007, expresó que Vergara realizó un "muy buen trabajo conduciendo el BC en un momento muy difícil", enfatizando que tuvo que enfrentar la caída del crecimiento del Producto, el fin del boom de las materias primas y "el deterioro de las expectativas internas asociado a reformas mal enfocadas, con problemas de diseño e implementación". En esta línea, dice que este escenario "requería un alza del tipo de cambio real y un alza (transitoria) de la inflación, lo que bajo la conducción de Rodrigo Vergara, el BC hizo muy bien, apoyado en la credibilidad de la meta de inflación que se construyó con mucho esfuerzo en los últimos 25 años".
Diagnóstico compartido por Carlos Massad, titular del organismo monetario entre 1996 y 2003, quien sostiene que "ha sido un gran presidente, ya que no se apresuró a mover la tasa (de interés) en una dirección u otra cuando las circunstancias no lo justificaban".
Respecto al aumento inflacionario durante su período, insiste en que ese shock "estaba más allá del manejo de la política monetaria, ya que tenía que ver con otras razones, con problemas cambiarios, con precios de exportaciones, etc. Por eso creo que lo ha hecho realmente muy bien, y creo que el país tiene que estar agradecido del trabajo que ha hecho Rodrigo".
Coincide Andrés Bianchi, presidente del BC entre 1989 y 1991. Bianchi destaca que Vergara se enfrentó a la coyuntura que más incomoda a los banqueros centrales: un crecimiento económico muy débil y una simultánea aceleración de la inflación.
Al respecto, señala que Vergara tuvo una "acertada y firme conducción de la política monetaria y cambiaria", toda vez que ante la disyuntiva de subir la TPM para controlar la inflación o de bajarla para estimular la actividad económica, el Banco eligió esta última opción.
"El fundamento de esa decisión fue la convicción de que la causa básica del aumento de la inflación era un shock de oferta externa", explica Bianchi, recordando que "a pesar que durante 27 meses la inflación efectiva sobrepasó el límite superior del rango-meta del BC (2%-4%), las expectativas inflacionarias no se despegaron nunca de la meta de 3%"
Asimismo, destaca de Vergara su "encomiable tino político" toda vez que a pesar de haber participado activamente en la campaña presidencial de Sebastián Piñera, este hecho "nunca influyó en la conducción del Banco".
Los desafíos de Marcel
En relación al futuro, el próximo presidente de la institución, Mario Marcel, también tiene el beneplácito de sus antecesores,
Para Massad, Marcel "es una excelente designación, sobre todo considerando que hoy las tareas de manejo de la política monetaria están muy vinculadas con el manejo fiscal, y en ese sentido tiene una gran experiencia y calidad técnica por lo que creo que puede ser un gran presidente.
Entre los principales desafíos, Corbo añade que en los próximos años el BC deberá desempeñar un rol central en la modernización de la regulación del sistema financiero "para que la nueva regulación fortalezca la estabilidad del sistema de pagos y a la vez contribuya a mejorar la eficiencia del sistema financiero y contribuir al crecimiento".
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