Expertos prevén cuarta alza de tarifas eléctricas en el año y firmas piden subsidios permanentes

Fue un invierno helado, pero muy seco. La temporada con menos lluvias  en 42 años. Y eso tendrá un costo: la boleta subiría cerca de 6% en el último trimestre, la cuarta alza del año, acumulando en 2010  un incremento en torno al 15%. El costo en competitividad también es alto.




Fue un invierno helado, pero muy seco. La temporada con menos lluvias de los últimos 42 años, según cifras del gobierno. Y eso tendrá un costo para los consumidores, ya que al no contar con agua en los embalses, el sistema ha debido operar con diésel, la más cara de todas las opciones eléctricas. La boleta de luz reflejará ese mayor valor. De hecho, expertos estiman que en el último trimestre del año gran parte de los chilenos afrontará una nueva alza en las tarifas del Sistema Interconectado Central (SIC). Será la cuarta en lo que va del año, y en esta ocasión, el alza estará entorno del 6% en la cuenta de los clientes residenciales.

El socio de Electroconsultores, Francisco Aguirre Leo, señala que el mal año hidrológico ha afectado negativamente los costos de generación eléctrica a lo largo de 2010 y, como los grandes contratos de compra de las distribuidoras actualmente funcionan indexados a los precios de mercado -a su vez muy influidos por los costos marginales; es decir, el costo de producir con la planta más cara del sistema-, eso se reflejará en aumentos en los próximos meses.

"Antes de octubre las tarifas mayoristas pueden activar el escalón legal de 10% -el margen a partir del cual se traspasan las alzas a los usuarios-, lo que implicaría que la boleta que paga la "señora Juanita" suba del orden de 6% antes de fin de año", sostiene. Con eso, y pese a que a inicios del 2010 hubo dos bajas en las tarifas,  la cuenta de la electricidad habrá acumulado este año un incremento cercano al 15%. Esto implicará que en la cuenta tipo de una familia, para un consumo residencial de 200 kilowatts por hora (kw/h), se anotaría un incremento de unos $ 2.500.

Otros expertos coinciden en que vendrán alzas. "Debido a la hidrología de este invierno, los precios de la electricidad a nivel residencial anotarán un aumento", señala el gerente general de Valgesta, Ramón Galaz. Lo más preocupante, agrega la ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía (CNE), María Isabel González, es que desde la crisis del gas argentino que las cuentas de luz no habían subido a los niveles actuales. Desde esa fecha la boleta promedio de un consumidor del SIC -donde está el 93% de la población del país- se ha duplicado.

Y no hay señales de que los precios bajen. "Seguirán altos hasta el 2013 al menos", asegura el director de la Asociación de Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo. Por ello, la organización le ha planteado al gobierno que "establezca un sistema de subsidios permanente para los más pobres", según cuenta este ejecutivo. La idea es que la transferencia sea similar a la que existe para las cuentas de agua potable (ver recuadro).

Francisco Mualim, de la misma entidad, confidencia que la propuesta se la han planteado al ministro de Energía, Ricardo Raineri, en los últimos meses y en el marco de los cambios legislativos a la Ley Eléctrica, y agregó que insistirán en ella dadas las alzas que vienen. El secretario de Estado no quiso referirse al tema al ser consultado por La Tercera.

Sin embargo, no es el único proceso que complica a las empresas. Otro es que no todas las alzas informadas por la autoridad este año se han traspasado completamente a los clientes, debido a que los decretos respectivos tienen que ser revisados por Contraloría. Ello podría llevar a que los aumentos anunciados, pero no aplicados deban concretarse en un corto plazo, complicando más el escenario. Según explicaron profesionales ligados al proceso, hay conversaciones entre el gobierno y las empresas distribuidoras de electricidad para traspasar paulatinamente dichos aumentos de precios.

GENERACION MAS CARA

La crisis del gas argentino marcó un antes y un después en el mercado eléctrico local. Además de que el país volvió a experimentar el temor a los apagones, encareció la matriz energética de forma tal que hoy Chile produce una de las electricidades más caras de América Latina, sino la más, la que es, a la vez el doble de la de EEUU y muy sobre lo que pagan los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

Y sobre esta energía, desde ya muy cara, se sumó ahora la coyuntura hidrológica del invierno. "A raíz de la condición seca, la generación eléctrica proviene de fuentes termoeléctricas, que hicieron aumentar los costos marginales en agosto, los que fueron un 14% más altos respecto de julio de este año y 65% más que agosto del 2009, llegando a un nivel promedio de US$ 157 el megawatt por hora (MWh), pero con algunos días en que se llegó a 206 US$/MW/h", dice Francisco Aguirre Leo.

Estos valores de precios marginales sobre los US$ 200 el MW se producen, agrega este experto, "quemando diésel en motores poco eficientes".

Un punto complejo es hasta dónde el mayor costo energético afecta la competitividad de las empresas chilena. Un ejemplo: mientras una empresa cementera paga en Chile US$ 180 el MW/h por la energía (el costo marginal a fines de agosto), en Perú la cifra es la mitad.  Como consecuencia, mientras en Chile producir una tonelada de cemento requiere un gasto de US$ 20 dólares de electricidad, en Perú son sólo US$ 10.

Esto se repite en muchas industrias y preocupa, por ejemplo, en el sector minero, porque los países vecinos -Brasil y Perú, principalmente- son más competitivos que Chile y allí también hay recursos mineros en abundancia.

¿Cómo hacer que la electricidad baje de precio en el largo plazo? "Facilitando la inversión en la generación con hidroelectricidad y diversificando, además, hacia la energía nuclear, que haría bajar las tarifas", señala Francisco Aguirre Leo. Y agrega que "tampoco podemos evitar la termoelectricidad a carbón y debe buscarse la diversidad".

El economista Manuel Cruzat señala que si los precios eléctricos están altos es porque ha fallado la competencia y la autoridad debiera investigar. "Los precios de la electricidad en Chile implican un exceso de cobro por parte de las generadoras por aproximadamente US$ 1.500 millones anuales", denuncia.

Lo ocurrido con Barrancones, donde el Presidente Piñera decidió no avanzar en la construcción de la central debido a su cercanía con la reserva natural de Punta de Choros, no ayuda a aumentar la competencia, sino que, a juicio de Aguirre Leo, "impide la pronta llegada de un nuevo actor al SIC" como es GDF Suez. "Nos hemos ido cortando las venas nosotros mismos", concluye.

EL SIMIL EN EL AGUA POTABLE
Las empresas eléctricas quieren que se aplique el sistema que hoy subsidia al agua potable. Este data de 1990 y consiste en un pago mensual que se hace a través de las municipalidades del país de la tarifa de agua potable y alcantarillado. Se subsidia hasta el 100% de un consumo mínimo de 15 metros cuadrados de agua para las familias en extrema pobreza. El año pasado, esta ayuda benefició a 696.967 familias del país, alrededor del 15,9% de los consumidores totales. Se gastaron en este subsidio $ 46.651 millones. Esta es una ayuda que no tiene límites pre-establecidos en cuanto a dineros gastados, sino que quien califique para la ayuda, la recibe.

Las compañías energéticas hacen ver que una ayuda de este tipo bajaría la conflictividad entre empresas y clientes y el hurto de electricidad, que en Santiago llega a 6%. Aunque en la capital la cuenta promedio es de 200 kilowatts hora, en los sectores más pobres el consumo es inferior a 100 kw/h, por lo que, dicen se podría subsidiar con un tope de 40 ó 50 kw/h . En el sistema sanitario, son las propias empresas las que incentivan a los usuarios a postular al subsidio. "La diferencia es que en Chile el agua es relativamente barata, pero la electricidad es muy cara y por eso un sistema así complica al Estado", dice un ejecutivo del sector.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.