Falla técnica obliga a evacuar recién estrenado tren español del Metro
A cuatro días de su puesta en marcha, uno de los dos trenes comprados a la firma hispana CAF sufrió un desperfecto.
Acostumbrados al tradicional color celeste de los carros, los usuariuos de la Línea 1 del Metro se vieron sorprendidos el sábado pasado con la aparición de trenes pintados de blanco y rojo, con un diseño exterior e interior hasta ese momento desconocidos.
Fue el silencioso estreno de los dos primeros trenes españoles, de un total de 20 comprados hace dos años por la empresa estatal a la firma española CAF, cuyas pruebas de funcionamiento se realizan en horarios de baja demanda.
Y fue en ese contexto que al mediodía del martes, uno de los automotores tuvo su primer problema de importancia. Debido a una falla en la tarjeta electrónica que dejó inactivo el motor, el tren quedó detenido a la altura de la estación El Golf, lo que obligó a la evacuación de los pasajeros y el retiro del tren para su posterior revisión en talleres.
Este incidente se suma, además, a otras fallas menores que han tenido los carros en estos días.
Consultados al respecto, Metro indicó a través de un comunicado que, "tal como ocurre con todos los trenes, el período de Puesta en Servicio Provisoria (PSP) contempla la posibilidad de que los nuevos coches presenten algún inconveniente en la línea. Esto es parte del proceso habitual, por lo que se denominan 'fallas de juventud'".
Los 20 trenes (180 carros en total) fueron comprados a CAF a un costo de US$ 241 millones, y empezaron a llegar a Chile a comienzos de mayo. Su adquisición estuvo marcada por los cuestionamientos al proceso de licitación por parte del hasta entonces único proveedor del Metro, la firma francesa Alstom, que criticó, además, la experiencia de los españoles para fabricar trenes con la tecnología usada en la red de Santiago, salvo en Línea 4. Metro rechazó los cuestionamientos e indicó que el cambio de proveedor reportó un ahorro de US$ 75 millones (ver recuadro).
RETRASOS
Fuentes al interior de la empresa indican que, si bien se está en período de pruebas, han ocurrido complicaciones que, por ejemplo, significaron la postergación del funcionamiento de los coches en las vías, que debió haber empezado en septiembre y que se postergó dos veces en octubre.
Por esa razón, habría seis trenes listos, pero sólo se están probando dos en horarios de baja demanda (valle) y fines de semana.
Metro señala que en el caso de los trenes CAF, "la tasa de fallas exhibida en estos primeros días es la más baja registrada a la fecha por los distintos modelos" en operación.
Agrega que, en comparación con los coches Alstom, los primeros días de operación registraron tasas de 282 averías y 577 averías por millón de coche-kilómetro recorrido (en caso de Línea 4), mientras que en los equipos españoles han sido de 206 averías.
La empresa estatal indica que en el caso de los trenes CAF, "al igual que con todos los modelos anteriores actualmente en operación, el rodaje fue realizado en nuestra red en Santiago y en condiciones equivalentes". Sin embargo, otras fuentes consultadas al respecto indican que la diferencia con Alstom radica en que este último también realizaba ensayos previos en talleres franceses.
Una difícil licitación
El 11 de octubre de 2007, Metro y CAF sellaron la compra de los nuevos carros, lo que generó la reacción de Alstom, que mediante inserciones en la prensa aludió a "criterios inéditos" en la adjudicación. El tema incluso llegó a tribunales, por petición de la firma francesa para conocer los plazos y la entrega de boletas por parte de su competidor. Además, cuestionaba la experiencia en uso de trenes con ruedas neumáticas. Ello trajo como consecuencia que el presidente de Metro, Clemente Pérez, tuviera que explicar ante la Cámara Baja cómo fue el proceso.
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