Fallo del juez Moro complica candidatura de Lula para 2018

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Magistrado condenó al ex mandatario a nueve años y medio de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero. Moro dijo que por "prudencia" no ordenó la prisión inmediata de Lula, quien así podrá presentar su apelación en libertad.




"Recibió la noticia con la serenidad de un inocente y con la indignación de una víctima de injusticia". El vicepresidente del Partido de los Trabajadores (PT), Marcio Macedo, describió así la reacción del ex Presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva al conocer la demoledora sentencia de primera instancia emitida hoy por el juez Sérgio Moro: nueve años y medio de prisión por los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero en el llamado caso del tríplex de Guarujá. Se trata de una sentencia a la cual podrá apelar en libertad, pero que amenaza su eventual candidatura a las elecciones de 2018.

Esta es la primera condena que recibe el ex mandatario en el ámbito de la investigación de Lava Jato, quien aún responde en otras cuatro causas penales abiertas por la Justicia, la mayoría de ellas relacionadas con el caso Petrobras (una de ellas conducida por Moro y otras tres en la Justicia Federal de Brasilia). Además, destacó el diario O Globo, se trata de la primera vez que un ex Presidente de la República es condenado por corrupción en Brasil.

En el caso de la sentencia dictada hoy por el juez de Curitiba, Lula, de 71 años, era acusado por la Fiscalía de corrupción pasiva y lavado de dinero por supuestamente haber recibido 3,7 millones de reales (US$ 1,1 millones) en sobornos a raíz de contratos suscritos entre la constructora OAS y Petrobras. El pago de esas coimas se habría materializado en la reserva y reforma de un departamento tríplex en el balneario de Guarujá, en el litoral del estado de Sao Paulo, y el pago del almacenamiento de los regalos recibidos durante su gestión (2003-2010).

Moro, a cargo de las investigaciones de primera instancia sobre la colosal trama corrupta destapada en el seno de la petrolera estatal, justificó así la condena a Lula: seis años por el delito de corrupción activa, y tres años y seis meses por el delito de lavado de dinero.

"Considerando que la prisión cautelar de un ex Presidente no deja de implicar ciertos traumas, la prudencia recomienda aguardar el fallo de la Corte de Apelación antes de extraer las consecuencias propias de la condena. Así, el ex Presidente podrá presentar su apelación en libertad", agregó Moro.

Además de la condena a nueve años y seis meses de prisión, Lula tendrá que pagar una multa de 669.700 reales (US$ 208.000). Junto con ordenar la confiscación del inmueble denunciado, la sentencia de Moro impide al petista ocupar cargo o función pública por 19 años, en caso de que la sentencia sea confirmada en instancias superiores.

Los abogados de Lula , que calificaron la condena de "vergonzosa para Brasil", anunciaron de inmediato que apelarán la sentencia "en todas las cortes imparciales, incluyendo las Naciones Unidas", por considerar que tuvo motivaciones políticas.

Según el diario Folha de Sao Paulo, la apelación debe ser presentada ante el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF4), con sede en Porto Alegre. El tribunal toma, en promedio, cerca de un año y medio para analizar las sentencias de Moro, aseguró el periódico.

Ese dato resulta clave, ya que una eventual candidatura de Lula en las presidenciales de 2018 solo sería impedida si la sentencia fuera ratificada en segunda instancia, dependiendo además de la fecha en que sea conocido el fallo.

Según O Globo, si la apelación sale antes de la elección de 2018, Lula quedara inelegible, en caso de ser condenado. Si el fallo sale después, habrá un debate jurídico si el petista puede o no asumir la Presidencia.

"La posibilidad de que Lula sea candidato o no en 2018 dependerá mucho de la rapidez (o lentitud) del juzgamiento en la segunda instancia. Los recursos contra una decisión son muy lentos, eso puede jugar a favor de Lula", explica a La Tercera Rafael Duarte Villa, analista político de la Universidad de Sao Paulo. "Pero el Poder Judicial en Brasil no está libre de influencias y circunstancias políticas que pueden tener como consecuencia que el juzgamiento en segunda instancia se acelere", advierte.

Por su parte, la abogada Janaína Paschoal, coautora del pedido de impeachment contra Dilma Rousseff, recordó que "no hay plazo para que el Tribunal juzgue un recurso. Por los otros casos, creo que tardará más de un año". Sin embargo, estima que "muy probablemente, hasta las elecciones, Lula sufrirá otras condenas. Aunque no haya confirmación del tribunal a tiempo, su situación es muy complicada".

"El TRF4 ha derribado varias condenas de Moro, porque estaban basadas exclusivamente en delaciones, sin el suministro de pruebas", dijo a este medio el analista brasileño Luis Nassif. En ese sentido, la columnista del portal Brasil 247, Tereza Cruvinel, comentó a La Tercera que "recientemente el TRF4 revocó una condena de Moro contra el ex tesorero del PT, João Vaccari".

"Pero el caso Lula es político. Entonces es imprevisible el resultado", admite Nassif. "Hoy en día, la posibilidad de que una condena a Lula sea refrendada por el TRF4 es menor de lo que era un mes atrás. Y de aquí a un mes será aún menor, por el hecho de que la opinión pública estar reflexionando mejor sobre los abusos legales. Pero las fuerzas que quieren a Lula fuera de la disputa aún son influyentes", concluyó.

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